Rocío Marengo fue la gran protagonista en la noche de martes en Showmatch, La Academia. En primer lugar, se peleó con Guillermina Valdés (jurado del certamen) quien era la responsable de elegir el tema para la coreografía. A pesar de esto, después logró lucirse junto a su compañero con el tema "Stayin alive", la canción de los Bee Gees de la película Fiebre de sábado por la noche. Su actuación fue destacada por el jurado, y llegó a recibir 34 puntos, incluyendo un 10 de Ángel De Brito.
No obstante, lejos de la felicidad, Marengo se quejaba. Se peleó con cada uno de los integrantes del jurado de La Academia, indicando que ella siempre dejaba todo, que no le marcaban su progreso en la competencia, en referencia a otras participantes, sin escuchar todo lo bueno que tenían para decirle. Evidentemente algo le sucedía en su interior. Inmediatamente, saludo a Marcelo Tinelli y amagó con retirarse, pero luego de dos pasos, volvió. En ese momento, pidió el micrófono, y realizó una catarsis pública.
“Capaz no entienden. Hace ocho años que estoy en pareja y estoy colapsada de estar remando en dulce de leche tratando de salvar una relación. No es capaz de acompañarme, se hace el que me apoya y estoy harta. Re podrida”, aseguró en una reacción totalmente inesperada que tomó a todos por sorpresa.
Acostumbrados a sus actitudes impulsivas, todos en el estudio de Showmatch tardaron en darse cuenta lo que pasaba. La imagen de Rocío Marengo discutiendo con todos era conocida. Sin embargo, nadie se esperaba el episodio entre Marengo y su pareja Eduardo Fort, hermano del fallecido chocolatero Ricardo. “Ocho años bancándome a la ex que me salió a putear en todos lados a tratarme de prostituta. No es capaz de venir a bancarme... ¿Qué le da, vergüenza?”, expresó cada vez más enojada: “Me mintió: me dijo que hasta que no tuviera la vacuna no iba a venir. Se fue a Estados Unidos un mes, a rascarse las pelotas, a ponerse la vacuna y no es capaz de venir”, prosiguió.
“Eduardo Fort, hacete cargo tenés una novia. ¿No querés venir? Chau, flaco. Estoy hasta acá”, dijo con la mano en su frente. “No hago más que remar en mi vida sola”, detalló para luego ser aplaudida por los presentes en el estudio. “Su familia me ama, la viste acá a Martita bancandome, me gané el cariño de sus hijos y vos sabés lo que es una familia ensamblada”, siguió Marengo en su descargo, en referencia a la hija de Ricardo Fort en el estudio. “Pero él como hombre se tiene que poner los pantalones. Ocho años te banqué Eduardo, estoy hasta acá de tus bolas pesadas. No lo merezco”, repitió.
Marengo una y otra vez resaltaba la furia que le ocasiona que su pareja no la acompañe en la pista. “Él por mensaje, feliz, enamorado. Le pedí que por favor esté parado acá. Les cuento esto porque soy transparente”, concluyó antes de recibir el abrazo de Tinelli. Fue en ese momento que Rocío se calmó un poco y bajó la tensión. “¡Mirá que liviano, lo tendría que haber dicho antes, y disfrutaba el diez”, aseguró ya más tranquila, para después ir a abrazar a Ángel De Brito y el resto del jurado.
“Te respetamos, te queremos y ahora entendemos que es una situación difícil”, le dijo Marcelo Tinelli, quien de a poco fue entendiendo lo que le estaba pasando. Marengo, por su parte, continuó: “La remo mucho, Marce, para que después me pongan, ‘la novia de Eduardo Fort’. Soy Rocío Marengo, no me importa nada que tenga una empresa. Quedo como la interesada y estoy acá parada porque soy yo. Si él está enamorado como dice, que me venga a acompañar. Si tiene huevos, que se pare. Si no, chau”, cerró.
“No lo estaba invitando a una entrevista ni a bailar en la pista”, aseguró en relación a la invitación a su pareja, y no quiso ampararlo en el bajo perfil. “Mi familia viene, mi mamá y mis amigas vienen y también son perfil bajo, podría ocupar un rol de acompañante como todo el mundo me acompaña”, resaltó. En esta línea, expresó: “Me gusta mostrarme como soy, la mujeres se pueden ver reflejadas en una chica que da todo, que tiene una carrera que la hizo a pura garra, y en una nota me ponen ‘la novia de Eduardo’. Él no es el conocido, el conocido era el hermano, la empresa es conocida, queda como que estoy por interés o me cuelgo, cuando no es así”, afirmó, e indicó que nada de esto lo había charlado previamente con su pareja. “Se dio así. Marcelo es súper cálido y me hizo sentir cómoda. Dios sabe, y lo mejor me va a venir seguro, porque Dios lo tiene preparado para mí”, cerró.
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