Ubicado a aproximadamente 8 kilómetros de la localidad de Antofagasta de la Sierra, en la provincia de Catamarca, se alza el volcán Antofagasta, una formación de ceniza que, con sus 3.495 metros sobre el nivel del mar, domina el paisaje de la región. De forma cónica, este volcán destaca no solo por su impactante presencia, sino también por su relevancia geológica e histórica, siendo un punto de interés tanto para los amantes de la aventura como para aquellos que buscan conocer más sobre la rica cultura de la Puna argentina.
Un recorrido entre campos de lava y antiguos tesoros
A los pies del volcán se extiende un campo de lava que, con sus depósitos de basalto negro, crea un escenario desolado y fascinante. Atravesar este campo toma aproximadamente 10 minutos, lo que da inicio a la travesía que lleva al cráter del Antofagasta. Aunque el terreno es arenoso y a veces complicado de transitar, la aventura es accesible para la mayoría de los visitantes, quienes suelen dedicar unos 20 minutos más para llegar a la cima. Desde allí, el recorrido alrededor del borde del cráter ofrece vistas espectaculares y una experiencia única en contacto directo con la naturaleza volcánica de la región.
El Antofagasta, formado durante el Holoceno —la última y actual época geológica del período Cuaternario—, es considerado una de las fumarolas más jóvenes de la región. Su juventud geológica no le quita importancia; al contrario, lo convierte en un testigo clave de los procesos volcánicos más recientes que modelaron el paisaje de la Puna.
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Foto: Sebastián del Val.
La historia incaica al pie del volcán
Además de su atractivo geológico, el volcán Antofagasta se encuentra cerca de uno de los vestigios más importantes de la historia precolombina en esta región: el Pucará de la Alumbrera, una antigua ciudadela incaica. Este sitio arqueológico, que en su tiempo fue un enclave estratégico del Imperio Inca, ofrece a los visitantes la posibilidad de explorar restos de construcciones y recintos que transportan a otra época, cuando los incas dominaban gran parte de los Andes.
El volcán y el Pucará de la Alumbrera juntos crean un destino turístico que combina aventura y cultura, ideal para quienes desean conectarse con la naturaleza y al mismo tiempo explorar los rastros de una civilización ancestral.
Una aventura accesible
El ascenso al volcán Antofagasta no requiere de habilidades técnicas avanzadas, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes desean experimentar el montañismo de una forma más relajada. La subida hasta el cráter, aunque empinada y con terreno pedregoso y suelto, es corta y permite disfrutar del entorno sin necesidad de equipamiento especializado. La recompensa al llegar a la cima es una vista panorámica impresionante, donde el cielo claro de la Puna se mezcla con las tierras áridas que rodean la zona.
Una vez en el cráter, los viajeros pueden recorrer el borde de la formación, lo que permite observar de cerca las características volcánicas del lugar y disfrutar de la tranquilidad del entorno.
Cómo llegar y qué esperar
Antofagasta de la Sierra, el punto de partida hacia el volcán, es una pequeña localidad ubicada en el corazón de la Puna catamarqueña. Para llegar a esta remota región, es necesario recorrer rutas de ripio, lo que hace que el trayecto sea en sí una experiencia para quienes se aventuran en el viaje. Sin embargo, este esfuerzo es ampliamente recompensado por los paisajes majestuosos y la serenidad del lugar.
El clima en la Puna es seco y las temperaturas pueden variar drásticamente entre el día y la noche, por lo que se recomienda llevar ropa adecuada, agua y alimentos, además de respetar las indicaciones locales y estar preparados para la altitud.
Antofagasta: Un volcán para explorar
Este volcán es una de las joyas ocultas de Catamarca y de la Puna argentina, un destino que cautiva tanto a quienes buscan nuevas aventuras como a aquellos interesados en la historia y la geología. El volcán Antofagasta ofrece una experiencia completa: desde su ascenso, que permite descubrir los secretos de un terreno modelado por el fuego y el tiempo, hasta su cercanía con el Pucará de la Alumbrera, donde la historia incaica aún se respira en cada piedra.
Para quienes deseen salir de los circuitos turísticos convencionales y adentrarse en la naturaleza más pura de la Argentina, este volcán es, sin duda, una parada obligatoria. Su facilidad de acceso, sumada a la espectacularidad del paisaje y su importancia histórica, lo convierten en un destino turístico de primer nivel en el país.
Los principales destinos turísticos de catamarca
- Fiambalá
- El Rodeo
- Antofagasta de la Sierra
- Parque Nacional Sierra de las Quijadas
- San Fernando del Valle de Catamarca
- Ruta del Adobe
- Pomán
- Laguna Blanca
- Belén
- El Shincal de Quimivil
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