Opinión. 

Datos útiles antes de fumar

Stalin decía que "una muerte única es una tragedia; un millón, estadística". Por el doctor Pablo Pieroni.
Por  Dr. Pablo Pieroni

El tabaquismo se ha convertido en una de las mayores amenazas para la salud pública que hemos tenido que afrontar, siendo la causa singular de mortalidad más prevenible en el mundo y matando hasta la mitad de quienes lo consumen (7 millones de personas al año –el equivalente a una persona cada 5 segundos).

Es la única adicción que daña tanto al que consume como al que lo rodea y fuma involuntariamente, siendo causa establecida de una plétora de enfermedades (principalmente cardiovasculares, oncológicas y respiratorias) que en general se ven alrededor de 30 años después del pico de mayor consumo.

Actualmente es responsable de más muertes que las ocasionadas de manera conjunta por el SIDA, el abuso de alcohol y otras drogas ilegales, accidentes de tránsito y otras muertes violentas.

No existe un consumo de tabaco exento de riesgo o seguro: aunque gran parte de la toxicidad es dosis-dependiente y tiempo-dependiente, niveles bajos de exposición (como un cigarrillo al día) se asocian a un incremento significativo del riesgo cardiovascular. La esperanza de vida de un adulto fumador es 10 años menor que la de una persona no fumadora en sus mismas circunstancias.

Se trata del problema de salud que ocasiona el coste sanitario y social más elevado al que debe hacer frente la sociedad. Dicha muerte prematura priva a las familias de ingreso, aumentando el costo de la atención sanitaria y dificultando el desarrollo económico. Casi el 80 % de los mil millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos medios o bajos.

El crecimiento constante de la población y las campañas de comercialización agresiva de la industria tabacalera han llevado a que el consumo de tabaco siga aumentando en los países en desarrollo. Si las tendencias actuales siguen su curso, para 2030 el tabaco matará a más de ocho millones de personas cada año.

Los gastos del Estado en sufragar el coste sanitario y social derivado del tabaquismo, exceden a lo recaudado en impuestos especiales asignados a los productos de tabaco.

En Argentina el consumo de tabaco causa anualmente la muerte de más de 40.000 personas, ade­más de la pérdida de 824.804 años de vida saludables. El 25% de la población adulta de nuestro país fuma, lo que representa una de las prevalencias de consumo más altas de la región, con altos niveles de exposición al humo de tabaco ambiental (existen niveles altos de nicotina en hospitales, edificios públicos, restaurantes, aeropuertos y escuelas secundarias).

La adicción al tabaco (mantenida por una triple dependencia: química, psicológica y social) es una condición clínica crónica, difícil de superar, si no se dispone del apoyo y del tratamiento adecuado. Sólo una pequeña proporción de los consumidores de tabaco logra mantener la abstinencia tras un primer intento de abandono. La mayoría de ellos persiste en el consumo de tabaco por muchos años y generalmente pasa por períodos de abstinencia y recaídas. La dependencia al tabaco está reconocida como trastorno mental y del comportamiento en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (ICD-10) y en el Manual de Diagnóstico y Estadísticas de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-IV-TR).

El 21 de Mayo de 2003, 171 países miembros de la OMS firmaron el Convenio Marco para el Control del Tabaco propuesto por la OMS (CMCT), un tratado internacional de mínimos necesarios para proteger el derecho a la salud de la población, mediante el desarrollo de políticas que contemplen como mínimo: el incremento de los impuestos, la información a los consumidores sobre los riesgos del consumo de tabaco, la prohibición de la publicidad, la promoción de espacios públicos libres de humo y la financiación de programas de prevención y tratamiento de la dependencia al tabaco. Argentina ha firmado el Convenio pero aún debe ratificarlo.

CONCLUSIONES

Es difícil identificar otra enfermedad que presente a la vez tal combinación de letalidad, prevalencia y desatención, a pesar de disponerse de intervenciones eficaces y asequibles.

El problema de salud pública que representa el consumo de tabaco nunca podrá ser abordado adecuadamente sin la presencia de gobiernos que sean capaces de mirar por los intereses de sus ciudadanos con una perspectiva que vaya más allá de unos pocos años.

Por el Dr. Pablo Pieroni - Médico graduado en la Universidad Favaloro, Cardiólogo Universitario por la UBA-SAC, especialista en Eco cardiografía y Doppler cardíaco UBA-SAC, especialista en Ecografía Doppler Vascular por la SAUMB.

Copyright © TodoJujuy.com Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas. Derechos de autor reservados.
En esta nota:
Comentarios: