Mendoza. 

Absuelven a una víctima de violencia de género que mató a su esposo

La mujer llegó a juicio acusada de matar a su marido de una puñalada. Luego de conocer la historia de 30 años de sufrimientos, el fiscal retiró la acusación y quedó en libertad.

Después de casi ocho horas de deliberación, los 12 miembros de un jurado popular no pudieron llegar a un veredicto unánime y Claudia Cortez, una mendocina de 49 años que esta semana fue juzgada por la muerte de su marido, quedó en libertad.

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La mujer llegó al juicio imputada por el homicidio agravado por el vínculo de Carlos Ernesto Pelayes, por lo que enfrentaba la posibilidad de recibir la pena máxima. La discusión, en este caso, no era si Cortez había asesinado o no a su pareja, sino cuánto influyó en ella ser una víctima de la violencia de género.

Este miércoles al estancarse el proceso por la falta de acuerdo del jurado popular, y después de que el fiscal retirara la acusación, la decisión quedó en manos del juez del Tribunal Penal Colegiado 3, Ezequiel Crivelli, quien decidió absolver a la mujer que lleva adelante un tratamiento por cáncer de mama.

La defensa había dejado en claro durante el juicio que la mujer había soportado tres décadas de maltratos físicos y verbales por parte de Pelayes, un hombre con antecedentes penales, desocupado y adicto a las drogas, por lo que encuadraron el crimen en un caso de legítima defensa.

En sus últimas palabras, antes de que el jurado pasara a debatir, la mujer afirmó: “Yo sé que lo maté, no lo niego pero me defendí. Estoy muy arrepentida. Yo vine al juicio por mí y por tantas mujeres que hoy están muertas por no defenderse”.

El caso

El crimen ocurrió la madrugada del 28 de julio del año pasado en la casa donde vivía la pareja en la localidad de Godoy Cruz. De acuerdo a la declaración de Cortez, su marido llegó borracho y drogado y quería tener relaciones sexuales, pero como ella estaba durmiendo con uno de sus hijos se negó.

La negativa de la mujer desencadenó una catarata de reproches e insultos, que terminaron de la peor manera. "Me tiró el pelo y me arrastró. Luego, me bajó el pijama. Me quise ir con los chicos pero no me dejó", contó. En ese momento fue que vio un cuchillo en la cómoda y en un intento por defenderse a la fuerza le provocó la herida que le causó la muerte.

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