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7 lugares de Argentina para disfrutar desde Septiembre

Argentina tiene destinos ocultos, pero con una riqueza natural impresionante que deja a los visitantes asombrados. Descubre aquí estos lugares fascinantes.

Por  Redacción de TodoJujuy.com

Desde Ushuaia hasta La Quiaca, abarcando desde montañas hasta costas, Argentina ofrece maravillas naturales y lugares para explorar, visitar y admirar. Con un vasto territorio y una gama de climas que varían desde áridos a subtropicales y de templados a los fríos de las montañas, cada ruta elegida es un paraíso.

El país brinda una amplia variedad de opciones para todos los gustos: playas, montañas, grandes urbes, cascadas y glaciares. Estos destinos son perfectos para ser descubiertos durante todo el año, especialmente en épocas de vacaciones.

Nuestro país ofrece lugares poco conocidos pero con una riqueza natural que maravilla a quien los visita.

Con cerca de tres millones de kilómetros cuadrados, el país de habla hispana más extenso del mundo ofrece una geografía diversa y encantadora, una historia y cultura fascinantes, una vida nocturna vibrante y una gastronomía local aclamada internacionalmente por su calidad y singularidad. Argentina está repleta de lugares sorprendentes para explorar y maravillarse.

Aquí presentamos 10 destinos turísticos menos conocidos pero de notable belleza y atractivo. Estas sugerencias cautivan tanto a los argentinos como a miles de extranjeros que residen en el país o vienen de visita.

1- Serranía de Hornocal – Jujuy

El Hornocal es un pueblo en Jujuy donde se puede admirar la formación geológica conocida como Yacoraite y sus impresionantes montañas de varios colores. Situado a 25 kilómetros de Humahuaca y a una altitud de 4761 metros, el mirador se accede únicamente en vehículo y de manera lenta debido al camino de ripio.

Una visita completa al mirador puede tomar hasta medio día, pero ofrece vistas que pueden revelar hasta 33 tonalidades distintas en las montañas. La mejor hora para visitarlo es al atardecer, cuando el sol se pone y los colores naturales se destacan con mayor intensidad.

La vista puede regalar hasta 33 tonos diferentes sobre las sierras.

2- Ojos del Mar – Salta

En la región de la Puna salteña, a aproximadamente 3.500 metros de altitud, se encuentra el pequeño asentamiento de Tolar Grande, circundado por salares, montañas y volcanes. En medio de este paisaje asombroso, uno de los puntos más destacados para los visitantes son los Ojos de Mar.

Son tres diminutas lagunas de color celeste situadas a 364 kilómetros de Salta, a cinco kilómetros de Tolar Grande, en una zona protegida que atrae tanto a científicos como a turistas. Este lugar se ha convertido en un destino muy popular debido a su importancia, ya que en estas lagunas viven microorganismos conocidos como estromatolitos, que convierten el dióxido de carbono en oxígeno.

A 3500 metros sobre el nivel del mar en Salta se encuentra un paisaje único, con pequeñas lagunas de increíbles colores.

3- Tolhuin – Tierra del Fuego

Este pequeño poblado, situado entre Ushuaia y Río Grande y con algo más de 10.000 residentes, parece sacado de un cuento de hadas. Su nombre en idioma selknam significa ‘corazón’, motivo por el cual se le conoce como ‘el corazón de la isla’. Tolhuin es la localidad que se encuentra en el centro, entre Ushuaia y Río Grande.

Los encantos naturales de Tolhuin incluyen las Reservas Provinciales Corazón de la Isla, Laguna Negra y Río Valdez. Estos lugares presentan paisajes singulares con lagunas, bosques y acantilados, ofreciendo una amplia gama de actividades para los entusiastas de la aventura, así como la mejor manera de experimentar la naturaleza.

Aparte del impresionante Lago Fagnano, Tolhuin es también conocido por un emblemático punto de encuentro para visitantes y locales: una panadería con más de 25 años de trayectoria, que se ha convertido en una de sus principales atracciones.

El lago Fagnano se encuentra a 100 kilómetros de Ushuaia, capital de Tierra del Fuego, y en cercanías de Tolhuin, un pequeño pueblo de la isla.

4- Villa Epecuén – Buenos Aires

En la mañana del 10 de noviembre de 1985, la localidad de Villa Epecuén, situada en la provincia de Buenos Aires, quedó totalmente inundada debido al desbordamiento de un lago que superó las barreras construidas. Este evento obligó a los 1,500 residentes a abandonar el pueblo en el suroeste de la provincia de Buenos Aires.

Todos los residentes tuvieron que abandonar la diminuta ciudad, trasladándose en su mayoría a la localidad cercana de Carhué. Tras estar sumergidas durante aproximadamente 10 años, las ruinas de Epecuén emergieron de las aguas, revelando las estructuras de casas, hoteles y edificios en ruinas. Este sitio es frecuentemente visitado por fotógrafos, turistas, reporteros y aficionados a los deportes extremos.

Una foto de cómo era el pueblo antes de la inundación de 1985 y las ruinas actuales.

Un factor importante en el aumento del turismo en Epecuén fue la creencia de que las aguas poseían propiedades curativas. Los visitantes regresaban de sus estancias en la laguna salada relatando que sus dolores se aliviaban al sumergirse en sus aguas. Esta reputación fue ganando popularidad entre los viajeros, hasta que en 1909, la Provincia de Buenos Aires envió un grupo de especialistas para examinar las propiedades de estas aguas.

La investigación científica realizada por los expertos reveló que las aguas de la laguna tenían una concentración elevada de minerales. Esta laguna contenía agua hipermarina, y según los investigadores, solo se podía comparar con la del Mar Muerto. El reporte indicó que las aguas tenían la capacidad de tratar afecciones reumáticas y enfermedades de la piel.

5- La Carolina - San Luis

La Carolina es un pequeño pueblo situado en el departamento Coronel Pringles, en la provincia de San Luis. Está ubicado en las montañas provinciales, al pie del cerro Tomolosta, a una altura de 1600 metros sobre el nivel del mar y a 83 kilómetros al norte de la ciudad capital.

Casitas de estilo colonial y una mina abandonada hace 70 años son las principales atracciones de La Carolina.

Con una población de 300 personas, las calles recientemente adoquinadas y las viviendas, también revestidas con piedra autóctona, mantienen el carácter auténtico del pueblo colonial.

Debido a la atmósfera enigmática del casco histórico, la excursión a las minas de oro se ha convertido en la atracción preferida por los visitantes que llegan a la localidad. Aunque la mina fue cerrada hace 70 años, tanto los habitantes como los turistas continúan buscando el valioso mineral en el Río Amarillo.

6- Villa Traful - Neuquén

En esta encantadora localidad turística de la provincia de Neuquén residen aproximadamente 1.000 personas. Está situada en el departamento de Los Lagos, al sur de la provincia.

Situada en la cordillera de los Andes, esta villa turística forma parte del Parque Nacional Nahuel Huapi y se encuentra en la margen sur del lago Traful, dentro del Corredor de los Siete Lagos.

Villa Traful es una pequeña localidad turística de la Patagonia argentina.

El área ofrece una variedad de maravillas naturales que encantan a los visitantes. Entre sus secretos, destaca un bosque subacuático que presenta formas y un entorno únicos, ya que yace en las aguas cristalinas del lago Traful. A unos 30 metros de profundidad, este bosque sumergido crea un paisaje de ensueño, que fascina a quienes se atreven a explorar entre enormes árboles casi intactos.

7- Puente del Diablo – Salta

La cueva Puente del Diablo, situada en la localidad de La Poma, en Salta, es una formación geológica creada de manera natural por la erupción del volcán Los Gemelos. El río Calchaquí fluye a través de la cueva y, gracias al deshielo proveniente del Nevado del Acay, mantiene agua durante todo el año.

Para llegar desde la ciudad de Salta, se debe iniciar el viaje por la Ruta Nacional 68 hasta El Carril. Desde allí, se continúa por la Ruta Provincial 33, que asciende por la Cuesta del Obispo y atraviesa la Recta de Tin Tin. Al llegar a Payogasta, se debe seguir por la Ruta Nacional 40 durante aproximadamente 60 kilómetros. Justo antes de llegar a La Poma, habrá un desvío señalizado como “Puente del Diablo”.

El Desierto del Diablo, uno de los sitios más aislados de la Puna salteña.

A lo largo del viaje, es posible disfrutar de vistas espectaculares de montañas, valles y ríos que definen la región. Al llegar al destino, se puede explorar una variedad de senderos que conducen a una serie de grandiosos arcos de piedra, los cuales se alzan imponentemente sobre el curso del río adyacente, ofreciendo un paisaje memorable.

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