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Hallan el primer dinosaurio acorazado de dos patas en Sudamérica

Se llama "Jakapil kaniukura". Vivió en la zona hace menos de 100 millones de años. El descubrimiento fue hecho por científicos del Conicet y la Fundación Azara.

Se ha descubierto una nueva especie de dinosaurio en la Patagonia. Consiste en el llamado Jakapil kaniukura, el primero del grupo de los tireóforos o acorazados en recibir un nombre en Argentina. El descubrimiento se realizó por parte de especialistas del Conicet, la Fundación Azara, la Universidad Maimónides y la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y ocurrió en Cerro Policía, provincia de Río Negro.

La geografía de la zona tiene elevaciones rocosas de tonos rojizos. Estas rocas integran una gran zona fosilífera, el Área Paleontológica de La Buitrera, y son evidencia del antiguo Desierto de Kokorkom.

Como pasa en la actualidad, en aquellos "desiertos" habitaban muchas formas de vida en un delicado equilibrio marcado por la gran cantidad de variaciones de temperatura, la falta de agua y los excesivos vientos. De la misma forma que en la actual Estepa Patagónica pueden encontrarse una gran cantidad de lagartos, serpientes, aves y mamíferos, el viejo Desierto de Kokorkom pone a la luz las comunidades que vivieron en nuestro territorio hace 100 millones de años, en lo que llamamos el periodo Cretácico Tardío.

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El Jakapil kaniukura se añade a otros descubrimientos importantes como los de la serpiente con patas Najash, los cocodrilos terrestres Araripesuchus, el esfenodonte Priosphenodon, los pequeños mamíferos como Cronopio, y dinosaurios grandes y pequeños como Catarthesaura y Buitreraptor. Todos ellos brindan la posibilidad de conocer un poco más la compleja comunidad de vertebrados terrestres del Cretácico de Patagonia.

Desde hace más de dos décadas, la Fundación Azara viene llevando adelante trabajos de campo en esta región y, con la ayuda de la erosión, año tras año se hallan nuevas especies y más especímenes que nos posibilitan conocer a los habitantes del pasado lejano.

El “portador de escudos”

Encontrado en un suelo habitado por los pueblos Mapuche y Puelche, el dinosaurio Jakapil kaniukura mezcla palabras de las dos lenguas en tributo al habla de las culturas ancestrales y presentes del norte de la Patagonia. Ja-Kapïl significa “portador de escudos” en lengua Guenenna iajesh, Puelche o Tehuelche del norte, mientras que kaniukura hace referencia a la “cresta de piedra” que caracteriza a la especie, en la lengua Mapudungun.

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Jakapil es un dinosaurio bípedo de unos 1,5 metros de longitud y entre 4 y 7 kg de peso. Integra el grupo de los tireóforos o dinosaurios acorazados, que tienen como principal característica la presencia de varias hileras de huesos dérmicos (asociados a la dermis de la piel) en forma de escudos que brindan protección en el cuello, lomo y cola del animal, parecido a lo que sucede en los cocodrilos de hoy en día. Se trata del primer acorazado de Argentina y el primer acorazado bípedo de Sudamérica. Por esta razón, le tocó el apodo de "tanque de dos patas".

El primero de los tireóforos hallado en suelo sudamericano había sido el Stegouros elengassen, encontrado en Chile, donde también participó un argentino.

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De la misma manera que el resto de los tireóforos, poseen dientes en forma de hoja (romboides y con dentículos en el borde más externo, similares a los de las iguanas actuales) y con grandes caras de desgaste, lo que coincide con un eficiente procesado de una dieta herbívora. El rasgo excluyente de Jakapil es la presencia de una mandíbula única para un tireóforo, relativamente corta y con una gran cresta en el borde inferior. La mayoría de los escudos son también particulares, muy aplanados, en forma de discos.

Cazando fantasmas

Hay un gran cantidad de dinosaurios tireóforos hallados en el hemisferio norte, pero el registro fósil de este grupo en el hemisferio sur y más específicamente en Sudamérica es muy escaso. En la Argentina, los únicos restos conocidos anteriormente sólo tratan de materiales muy incompletos, al punto que no dejan reconocer especies novedosas.

En este sentido, luego de más de 200 años de historia de la paleontología de vertebrados en la Argentina, Jakapil es el primer dinosaurio acorazado argentino en recibir un nombre. Además, la gran mayoría de dinosaurios acorazados son animales grandes y cuadrúpedos, los famosos anquilosaurios y estegosaurios. Pero Jakapil recuerda a los primeros tireóforos como el europeo Scutellosaurus, pequeños animales que muy probablemente hayan sido también bípedos.

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Lo que más llamó la atención es que, mientras animales como Scutellosaurus vivieron hace unos 200 millones de años (periodo Jurásico Temprano), Jakapil es de menos de 100 millones de años. Por lo tanto, representa un linaje muy antiguo de tireóforos, de tiempos en que todos los continentes se encontraban unidos, y que sobrevivió en nuestra región sin que nadie lo notara hasta ahora.

El viaje y el estudio

Si bien el grupo de campaña lleva más de 20 años trabajando en el Área Paleontológica de La Buitrera, los primeros restos de Jakapil se juntaron en 2014 y hasta 2020 se obtuvieron huesos. Los trabajos de campo fueron efectuados por integrantes del Área de Paleontología de la Fundación Azara, la Universidad Maimónides y el Conicet, con la colaboración de colegas y equipo de la Universidad de Lousiville, el Field Museum y la Universidad de Alberta, en varias ocasiones.

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El trabajo científico fue dado a conocer en julio de 2022 en la reconocida revista científica Scientific Reports del grupo Springer-Nature, con el título “A new Cretaceous thyreophoran from Patagonia supports a South American lineage of armoured dinosaurs”, con la autoría de Facundo Riguetti, Sebastián Apesteguía (ambos de la Fundación Azara, la Universidad Maimónides y el Conicet) y Xabier Pereda- Suberbiola (de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea).

Un descubrimiento clave

La importancia del nuevo registro puede observarse desde varios puntos. Por un lado, Jakapil kaniukura es la primer especie de tireóforo basal descripta para Sudamérica, ocupando un espacio vacío para este grupo, y añadiendo un tireóforo a los escasísimos restos incompletos e indeterminados conocidos para la Argentina.

A su vez, la presencia de un nuevo linaje antes desconocido de tireóforos tempranos en la región nos brinda la posibilidad de sumar mejor las faunas locales al contexto global. Jakapil nos muestra que, en Sudamérica, vivió y perduró durante mucho tiempo un linaje de tireóforos de aspecto diferente a los de otros lugares.

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Además Jakapil también combina un nicho de herbívoros pequeños que se alimentaban a baja altura, del cual hasta ahora sólo se conocía a los esfenodontes herbívoros de La Buitrera, antiguos parientes de los lagartos. Esto deja de manifiesto también la dificultad de la comunidad de vertebrados en el Desierto de Kokorkom.

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