Como todos los miércoles se realizó una nueva audiencia, la tercera, en la causa que investiga el tiroteo del 2007 donde estuvo involucrado Alberto Cardozo y donde según algunos testimonios, Milagro Sala ordenó el asesinato del por entonces dirigente enfrentado a la líder de la Tupac Amaru. En el hecho una niña sufrió heridas con uno de esos disparos.
Encabezado por el Tribunal en los Criminal Oral 2, pasaron cuatro testigos, entre ellos el ex chofer de Sala, quien en su testimonio comentó que fueron ese día al barrio con una misión definida. “Fuimos al lugar por orden de Milagro Sala a poner mesas y repartir folletos”, dijo.
En su testimonio Miguel Sandro Enríquez relató que observó cómo se dispararon Alberto Cardozo y Fabián Ávila y afirmó que la disputa fue por “cuestiones políticas” del momento ya que por entonces ellos (Tupac Amaru) apoyaban al concejal Pablo Lozano en su candidatura a la intendencia, mientras que Cardozo estaba alineado al intendente José Luis Martiarena y tenía un local partidario.
La acusación del testigo contra Cardozo fue rechazada por su abogado quien pidió un careo ya que su cliente “no realizó ningún disparo”, pero Enríquez se mantuvo en sus dichos. En esa instancia Cardozo le reclamó a “Mazzoni”, el apodo del ex chofer, por qué no menciona a Jorge Páes (sobreseído de la causa) cuando “todos saben que estaba junto a Ávila” adentro de un auto rojo con vidrios polarizados, y de donde bajó el imputado y disparó.
Milagro Sala está imputada por el presunto delito de "tentativa de homicidio", Alberto Cardozo y Fabián Ávila, también imputados por “homicidio simple en grado de tentativa” y “homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria en grado de tentativa y homicidio simple en grado de tentativa”, respectivamente. Sala pidió no escuchar el testimonio de Enríquez porque “no iba a poder contenerse” y mientras salía del recinto acusó a su ex chofer de “pagar a los testigos”. Su ex chofer añadió también que fueron ese día al barrio advertidos y afirmó que “Milagro nos dijo que podía haber problemas”.
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Otro de los testigos fue José Cardozo, quien aseguró que aquel día hubo disparos de Ávila y Páes contra su hermano Alberto, "entre 5 y 7". María Arjona ex compañera de Cardozo en la municipalidad local, y Jorge Giménez, quien vio como Cardozo se protegía con un árbol de los disparos de Ávila, también dieron sus testimonios.
Según la requisitoria fiscal, antes de los hechos Ávila habría concurrido al domicilio de Milagro Sala en la capital jujeña, donde habría recibido la orden de matar a Cardozo, encuentro que, presuntamente, fue en presencia de varios allegados a Sala. Por el servicio requerido, según la investigación, Sala habría pagado previamente a Ávila a través de la entrega de una casa, ubicada en barrio Sargento Cabral propiedad de la acusada, con lo que simultáneamente se instrumentó la compraventa del inmueble mediante escritura pública.
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