En el choque inicial que sirvió para abrir el Grupo C del Mundial Qatar 2022 en el estadio de Lusail, la Selección Argentina perdió 2 a 1 con Arabia Saudita en un mal partido del equipo de Scaloni.
Mundial Qatar 2022: Argentina perdió con Arabia Saudita
Y eso que de entrada Argentina sacó la ventaja que se suponía debía ser tranquilizadora. Un penal cobrado por el VAR por un agarrón a Paredes en el área, sirvió para que el capitán Lionel Messi convirtiera por cuarto mundial consecutivo y ponga el 1 a 0.
El jugador que cumplió el sueño de su papá en Qatar 2022
Argentina llegó otras tres veces al gol, nuevamente por Messi y dos a través de Lautaro Martínez, pero todas las acciones fueron invalidadas por posición adelantada, recurso que el conjunto árabe utilizó de forma reiterada y eficaz.
Un eléctrico segundo tiempo
Los últimos 45 minutos trajeron sorpresa. Porque Arabia Saudita en una ráfaga lo pasó a ganar. El delantero Saleh Al-Shehri puso el empate a los dos minutos tras una jugada colectiva que culminó con un remate cruzado al que Martínez no pudo llegar.
Seis minutos después, a los ocho, el volante Salem Al Dawsari clavó un golazo de la puerta del área para el 2 a 1 con un remate con efecto que el arquero argentino llegó a tocar, pero no pudo impedir que se convirtiera en la ventaja para el equipo saudí.
A partir de allí la Selección fue con ganas, pero con pocas ideas. Con los nervios encima que se generaban por una derrota sorpresiva, Scaloni apostó a algunos cambios que buscaban darle más frescura al equipo y más profundidad.
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Lo tuvo Tagliafico en la jugada más clara del segundo tiempo, pero su remate forzado obligó a una buena respuesta del arquero de Arabia. La desesperación le quitó claridad a los de Messi, que no aparecía en su dimensión, y todo quedaba a la lucha ante un rival muy físico.
Un cabezazo de Messi encontró otra buena respuesta del arquero de Arabia Saudita. Minutos después Julián Álvarez también cabeceó forzado, pero el arquero volvió a ganar el duelo. Poca imaginación ante un rival que se defendió con dureza e inteligencia.
Así se fue el partido, con un Messi desaparecido, un Di María muy individualista y con los relevos que no ofrecieron soluciones. Sorpresa mundial, pero el camino sigue. Ahora habrá que ganarle a México y Polonia para seguir soñando.
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