Viaje en el tiempo.. 

Comodoro Rivadavia: un jujeño abrió un museo de antigüedades

El militar jujeño se radicó en Comodoro Rivadavia hace más de 20 años. Jorge Quispe colecciona antigüedades y decidió abrir un museo especial.

Es militar de profesión, coleccionista por pasión y restaurador por oficio, Jorge Quispe es jujeño, pero el Ejército Argentino lo trasladó hace 22 años a Comodoro Rivadavia.

“El Recuerdo” es un museo de ramos generales que lleva a disfrutar de cosas de la vida de principio y mediados del siglo XX, y que decidió abrir como un sueño hecho realidad. “Hace 22 años que estoy juntando cosas acá. No fue de un día para el otro, todos los días estoy acomodando, limpiando, y sigo”, le dijo Jorge Quispe al medio ADNSUR.

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Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

Es suboficial principal y presta servicios en la Base Logística 9, más conocida como el Batallón Logístico 9. Asegura que se siente más comodorense que jujeño, pero tampoco se olvida de sus raíces, aquellas que dejó a los 18 años cuando fue a estudiar a la Escuela de Suboficiales del Ejército General Lemos, hoy llamada Sargento Cabral.

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Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

Casado con María de los Ángeles, el hobby de coleccionar objetos antiguos lo llevó a concretar su sueño. “Todo esto comenzó cuando comencé a salir con mi señora. Mi suegro hasta el día de hoy tiene un Ford A y eso me llamó la atención y comencé a dedicarme al rubro. Comencé con algo chiquito, pero hoy tenemos más de 500 cosas, todas con un valor sentimental o un valor económico, porque estas cosas también valen”, describió.

Un museo singular

Un taller de autos antiguos, modelos de entre 1908 y 1931, con sus repuestos originales y motores originales, es el comienzo del museo. La sala principal, un viejo bar con mesas de juegos, cuadros, ceniceros, metegoles de los años 50 y 60, un villargol con hongos, máquinas registradoras, imprentas, teléfonos y hasta un gigante surtidor de combustible que alguna vez estuvo instalado en el Chaco, es solo algo de lo que se puede disfrutar.

“Esto es algo lindo, hasta ahora han venido muchos familiares y amigos. Pero ahora el objetivo principal es que la ciudad lo conozca, que vengan y las cosas los lleven a un viaje en el tiempo. Hay gente que viene y le salen los lagrimones. Vinieron madres de compañeros míos y recuerdan todas estas cosas. Entonces, eso es lindo, y te da más ímpetu a seguir haciendo cosas”, confiesa Jorge Quispe en Comodoro Rivadavia.

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Jorge Quispe y un museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

Jorge Quispe y un museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

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Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

También hay piedras de afilar de 1910, una picadora de carne antigua y hasta un vaporizar enlosado. Ollas, planchas de hierro, una guitarra, sifones de cabeza de plomo, son los elementos que impactan, además de la barbería y la pulpería, con los detalles de la época y un maniquí vestido para la ocasión esperando a los visitantes.

Una cocina antigua, una heladera, fiambreras de los años 40, latas de aceite, batata, y hasta el surtidor de galletitas sueltas que se vendían en el pasado, también están. Como broche, la habitación antigua, donde se pueden ver marcos antiguos, valijas de cuerina, cuero y madera, y hasta un cochecito de bebé.

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Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

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Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

Museo de antigüedades en Comodoro Rivadavia

“Cuando entrás acá, te lleva a otros años. Tengo objetos preferidos, pero nunca lo digo porque todos tienen su valor, porque acá hay muchos dueños que ya no están”, y agregó que. “A veces vamos cinco minutos y nos quedamos cuatro horas. Perdés la noción del tiempo porque lo disfrutás”, cerró Jorge Quispe.

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