Las vacaciones de verano están cerca y muchos aún no han tomado una decisión sobre su destino para hacer las escapadas de descanso. Para quienes se encuentran en esta situación y desean explorar Argentina, el norte sigue siendo una alternativa atractiva, y dentro de él, hay un lugar oculto que no se puede dejar pasar: Santa Ana del Valle Grande.
Este pintoresco poblado de Jujuy es uno de los tantos secretos bien guardados de la región, ofreciendo una experiencia única: recorrer senderos entre las nubes. Su geografía cuenta con varios picos que superan los 4.500 metros sobre el nivel del mar, además de un mirador famoso que ofrece vistas impresionantes desde lo alto.
Santa Ana del Valle Grande se encuentra a unos 120 kilómetros de Humahuaca.
Para quienes padecen el miedo a las alturas, este destino no es recomendable. Sin embargo, para quienes disfrutan de aventuras, es un lugar fascinante, ideal para quienes buscan paz y relajación, como cualquier pequeño pueblo rural. Aquí te contamos dónde se encuentra, qué hacer y cómo llegar.
Dónde queda Santa Ana, el sitio ideal para tus escapadas
Santa Ana del Valle Grande está situada a aproximadamente 120 kilómetros de Humahuaca, en el distrito de Valle Grande, a 230 km al norte de San Salvador de Jujuy y a poco más de 2.000 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Los serenos senderos de este pueblo transforman una caminata común en una vivencia única de calma y conexión profunda con uno mismo y el entorno natural. La zona de transición que surge entre la Quebrada y la vegetación de las Yungas crea un paisaje incomparable.
Para llegar desde San Salvador de Jujuy se debe tomar primero la Ruta Nacional 34 con sentido norte y luego continuar por la Ruta Provincial 83.
Una actividad imprescindible es explorar el Qhapar Ñan, un importante sitio arqueológico local que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Además, no se puede dejar de visitar el icónico mirador Abra del Zenta, situado literalmente entre las nubes, a 4.376 metros sobre el nivel del mar, en la Reserva de la Biosfera de las Yungas.
Por otro lado, adentrarse en las costumbres locales mediante la artesanía y la comida tradicional siempre resulta una excelente forma de aprovechar al máximo la cultura. Además, quienes se atrevan tienen la oportunidad de conocer las plantas medicinales, una de las actividades más emblemáticas y propias de Santa Ana.
Este pequeño pueblito jujeño es una de las tantas joyas escondidas que tiene la provincia norteña.
Cómo llegar a Santa Ana
Para llegar desde San Salvador de Jujuy, es necesario tomar inicialmente la Ruta Nacional 34 en dirección norte y luego seguir por la Ruta Provincial 83. El viaje en auto dura un poco más de 6 horas. Por otro lado, para llegar desde Buenos Aires hasta la capital de la provincia, se debe seguir la misma RN 34, en un trayecto que dura unas 18 horas, o bien optar por el avión.
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