La crisis de la policía que se registró en gran parte del país, tuvo su efecto en nuestra provincia.
La propuesta que solicitaron los integrantes de la fuerza de seguridad de un sueldo de $8500 fue aceptada luego de negociaciones que comenzaron a la mañana y terminaron bien entrada la noche.
Sin embargo, los saqueos que se registraron primero en San Pedro y luego en Perico, llegando posteriormente en nuestra ciudad, fue rechazada ampliamente por la sociedad.
Este tipo de hechos, repudiable desde todo punto de vista, fue realizado por delincuentes que aprovecharon la situación para delinquir de manera totalmente impune, generando preocupación y zozobra en gran parte de la comunidad. Lo llamativo de todo esto fue el ataque a casas de electrodomésticos, blanco principal de los delincuentes que no escatimaron esfuerzos en llevarse todo lo pudieran y dañar todo a su paso.
Ante esta situación, los comerciantes trataron de resguardar sus comercios levantando barricadas en las puertas de los mismos y en las esquinas céntricas de nuestra ciudad, algo nunca visto en los últimos tiempos.
Lamentablemente, la sensación de inseguridad que se vivió en estos días motivo que los comerciantes tomaran este tipo de actitudes, sin tener en cuenta que personal de gendarmería estaban realizando recorridos por las calles de nuestra ciudad, con la intención de detener cualquier tipo de hechos vandálicos que se produjeran.
Las redes sociales, instrumento indispensable de nuestros tiempos, fueron utilizadas de manera irresponsable, publicando informaciones falsas y sin corroborar y que terminaron generando una paranoia inexplicable con motivos no muy claros.
Este tipo de situaciones, está lejos de lo que los jujeños queremos ser. Una sociedad que quiere vivir en paz y con tranquilidad, como quedó demostrado en la marcha que realizaron de manera espontánea muchos jujeños, en la búsqueda de querer olvidar rápidamente esta triste página de nuestra historia y enviar un mensaje a todos aquellos que promovieron estas actitudes, que los jujeños tienen como valores importantes la paz y la tranquilidad.
Sin dudas que los problemas existen y deben ser resueltos, pero priorizando el diálogo como herramienta indispensable para poder acercar posiciones y buscar las soluciones a nuestros problemas.
Los detenidos por estos hechos, deberán explicar porque hicieron lo que hicieron y responder por sus actos ante la justicia, pero sobre todo ante la sociedad.
Ahora queda por delante recomponer el tejido social que quedó deteriorado por lo sucedido en nuestra provincia. Y en esto juegan un papel importante el gobierno, los referentes sociales y la sociedad en su conjunto, responsables inmediatos que tiene como una función esencial, devolver la tranquilidad de un Jujuy que merece otro destino.
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