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SUSCRIBITE El agotamiento emocional es el resultado de una acumulación de exigencias no solo externas, como aquellas demandas laborales, académicas, de pareja y de familia, sino también internas, como la necesidad de que todo esté bajo control, concluido y perfecto. Cuando las cargas y las exigencias superan nuestra capacidad de afrontamiento y resistencia, entonces el resultado es el estrés y el consecuente agotamiento o fatiga emocional.
Esta vivencia frecuentemente, se manifiesta como un síntoma dentro un cuadro de ansiedad, estrés y/o depresión; y a su vez, constituye una de las causas de dichos trastornos emocionales. ¿Notás la importancia de poder manejar las cargas de tu vida cotidiana?
En general, las personas cuando estamos cansados tenemos la tendencia a exigirnos aún más de lo que veníamos haciendo. Esto sucede porque percibimos que no estamos teniendo un buen desempeño. Paradójicamente, el resultado es el sostenimiento y agudización del cansancio y del estrés. Nuestras decisiones van construyendo una especie de círculo vicioso que se retroalimenta a sí mismo, ya que se tiene la hipótesis de que si bien estoy cansado, esforzándome un poco más, terminaría más rápidamente y podría, recien, descansar una vez concluída la tarea. Una pésima decisión ya que continuamos con el efecto acumulador de sobreexigencias que llevan directamente a sentirnos más agotados y a tener un menor rendimiento para lograr objetivos.
Quisiera mostrarte una lista de algunas de las señales que nos dicen que estamos bajo los efectos del agotamiento emocional:
- Dificultad para mantener el foco de atención y problemas de concentración. - Sensación de tener la “cabeza quemada” y que el cuerpo “no responde o no tiene energía”
- Olvidos frecuentes
- Irritabilidad
- Angustia y sensación de opresión en el pecho.
- Trastornos del sueño: Dificultad para conciliar el sueño, sueño interrumpido o
despertarse cansado, como si no hubieses dormido nada.
- Desgano y desmotivación
- Aislamiento: Tendencia a preferir estar alejados del ruido y de personas con las que antes solíamos disfrutar.
- Palpitaciones
- Problemas digestivos
- Aumento del consumo de alcohol, tabaco, cafeína y otras sustancias.
Si detectás algunos de estos signos en vos, es necesario que hagas una pausa, observes en dónde estás parado y te cuides.
Las recomendaciones para lidiar con esta problemática se centran en un aspecto básico: si tus cargas son más pesadas que tu resistencia, entonces tenes al menos dos opciones: optimizar tus recursos para poder manejar eficientemente tus demandas, o bien reducir tus exigencias.
Algunas sugerencias que pueden servirte:
- Toma consciencia y se responsable de tu salud mental: Aceptar que tenemos un problema hace las cosas más fáciles de sobrellevar. Nos saca del “modo queja” y nos lleva al “modo acción”.
- Identifica los focos de estrés y en qué ámbitos se desarrollan, si es en el trabajo, la familia, la pareja, los hijos, etc. Esto te permitirá reconocer cuáles son las áreas vitales “delicadas” y podrás pedir ayudar.
- Se realista y contempla la idea de que no podés con todo al mismo tiempo. - Ante un pedido o demanda, pregúntate: ¿puedo hacerlo? y luego, ¿quiero hacerlo?
- Retoma hábitos saludables como la alimentación consciente, la actividad física, el tiempo libre y el descanso. Estos pilares son la base para compensar niveles de estrés elevados.
- Diseña planes de acción con objetivos simples, concretos, realizables y flexibles: Necesitas tener en cuenta que en este momento de tu vida, nos estás al 100%, por lo que probablemente, debas exigirte, por esta vez, menos de lo acostumbras.
- Conectate con el momento presente: Que tu mente esté donde está tu cuerpo. Si estás leyendo, lee. Si estás comiendo, concéntrate en comer; si estás trabajando, trabaja, no pienses aún en lo que te queda por hacer. E intenta, en lo posible, no enfocarte en lo que ya pasó.
- No te aísles. Vuelve a activar tu red social afectiva. Es una de las mejores fuentes de revitalización y energía.
Claro que no es fácil hacer todo esto en medio de la falta de tiempo y el cansancio. Pero aún no conozco nada importante que sea fácil. Esto es importante. Tu salud es importante y tus objetivos hacen que valga la pena cuidarte.
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