Según los estudiosos de la antropología evolutiva, se plantea que los besos labiales se desarrollaron con el fin de evaluar la compatibilidad de una posible pareja mediante la transmisión de señales químicas presentes en la saliva o el aliento. También se han propuesto otros propósitos para los besos, como generar sentimientos de apego y estimular la excitación sexual.
Tanto si se trata de besar a un bebé como de compartir muestras de afecto apasionadas entre parejas, el acto de juntar los labios fomenta la intimidad y fortalece los vínculos. Dawn Maslar, una profesora de biología, resume este fenómeno de la siguiente manera: “Cuando nos besamos, tanto hombres como mujeres producimos la hormona oxitocina. A menudo, se le llama la ‘hormona del amor’ porque hace que nosotras, particularmente las mujeres, nos unamos”.
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Besarse no solo proporciona placer, según un estudio reciente, este gesto romántico también puede contribuir a la pérdida de peso. La investigación, publicada en Archives of Sexual Behavior, sostiene que entre los diversos beneficios de besar se encuentra la quema de calorías.
Según el estudio, cada beso implica la activación de aproximadamente 30 músculos en el rostro y el cuello. Esto implica que, dependiendo de la intensidad y la duración, se pueden quemar entre seis y 100 calorías durante una sesión de besos con otra persona.
“Durante un beso realmente apasionado, se pueden quemar dos calorías por minuto y duplicar la tasa metabólica”, explica Bryant Stamford, director de Promoción de la Salud en la Universidad de Louisville. Además, los resultados son aún más notables durante la intimidad: “Si se está apasionadamente involucrado, vibrando y en plena tensión sexual, se podría estar registrando un gasto calórico similar al de una caminata rápida”.
Por supuesto, no se trata de seguir una dieta basada únicamente en besos; es fundamental mantener una alimentación adecuada de acuerdo a las necesidades individuales. La psicóloga del hospital Quirón Salud de Valencia, Marina Sangonzalo, destaca que el acto de besar es un poderoso mecanismo de adaptación que contribuye a la supervivencia de la especie. Además, el contacto de los labios con la piel o los labios de otra persona desencadena una serie de reacciones en cadena.
En otras palabras, al besar también se liberan endorfinas y otras hormonas asociadas al afecto y la ternura, como la oxitocina y la dopamina, lo que puede ayudar a aliviar la ansiedad.
Besarse mejora la estética del cuello
Según la psicóloga Marina Sangonzalo del hospital Quirón Salud de Valencia, el acto de besar es un poderoso mecanismo adaptativo que contribuye a la supervivencia de la espec irie. Además, cuando los labios entran en contacto con la piel o los labios de otra persona, desencadenan una serie de reacciones.
En otras palabras, al besar se producen la liberación de endorfinas y otras hormonas asociadas a la ternura y el afecto, como la oxitocina y la dopamina. Estas sustancias pueden ayudar a aliviar la ansiedad y promover una sensación de bienestar.
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