Curar con amor: Fito Páez la escuchó cantar y la hizo viral
"La médica que toca la guitarra y canta como los dioses" fue la descripción que hizo Fito Páez en sus redes sociales para la "doctora amor"de La Matanza.
Se trata de Adriana Fernández, es la médica de internación de la Matanza del km 32, ruta 3, Buenos Aires, Argentina que sorprendió a todos con su música cantando “El Amor después del Amor” en su lugar de trabajo.
El Amor después del Amor cantado por una Medica de La Matanza
Adriana tiene 58 años, se recibió hace 9 meses y Fito Páez viralizó el video captado por el celular de un internado cuando se puso a cantar uno de los clásicos en el centro de aislamiento de covid-19, "ella nos cura el alma con su música" dijeron algunos de los internados.
Hola gente!Este video me llegó hoy a la mañana. Adriana Fernández, es la médica que toca la guitarra y canta, como los dioses, esta preciosa versión de “El amor Después Del Amor”.El lugar es el centro de internación de la Matanza del km 32, ruta 3, Buenos Aires, Argentina. El único esparcimiento que tienen los internados es el uso de sus celulares.La doctora, recibida hace un año, a los 58 años, me pidió que trasmitiéramos esto: la urgente necesidad de toma de conciencia sobre los peligros que conlleva el Covid 19. Que es una tarea muy dura el día a día y que hay muchos profesionales de la salud infectados. En definitiva, cuidarse es cuidar al otro. Es una situación de extrema delicadeza. Ayudemos y acompañemos a estas personas que nos necesitan mas que nunca. Un gran abrazo de amor para los familiares de las víctimas fatales del virus, para todxs lxs que trabajan en la primera línea y a todos los infectados por su pronta recuperación.Fito Paez
El video muestra a una mujer de espaldas, vestida con ambo azul, lentes, pelo largo y marrón, con su pierna derecha flexionada y apoyada sobre un borde de cemento que sirve de regazo para su guitarra criolla. No se le ve la cara. Lo que se ve es un playón deportivo acondicionado para albergar enfermos de covid-19. En vez de arcos, aros o redes, hay boxes, divisores blancos y otras médicas. Y se distingue la potencia de una voz que asegura, enfáticamente, que nadie puede ni debe vivir sin amor.
Antes, la doctora había interpretado Amor equivocado de Fabiana Cantilo. Su primera intervención fue una sorpresa. Le dio tiempo a la audiencia a tomar el celular y grabarla. Para cuando llegó el final de la canción de Fito, ya varios la estaban filmando. “Me costó un poco porque hacía mucho que no cantaba y menos para tanta gente. Me puse muy nerviosa”, admitió. Hacía tiempo que quería hacerlo: era cuestión de adquirir coraje para cantar y para robarle la guitarra a su marido.
El polideportivo tiene capacidad para 162 camas y está dividido por género, el espacio de las mujeres es más grande para albergar a familias enteras.
Adriana empezó a trabajar allí hace poco. Tiene 58 años y vive desde los 2 en La Tablada, donde se instalaron sus padres provenientes de Córdoba. Es madre de cuatro hijos: Luis de 36 años, Melisa de 34, Alejandro de 32 y David de 25. Se recibió en la Universidad de La Matanza el 14 de diciembre de 2019. Trabajó siempre, desde los 13 años. “Empecé sellando bolsas de residuos, seguí atendiendo un despacho de pan, aparado de zapatillas Skipy, celadora de transporte escolar y la lista sigue”, dijo en una entrevista.
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Adriana cantò "el Amor después del Amor de Fito y se hizo viral
En 2010 decidió retomar el estudio. Había dejado la escuela por fuerza mayor: “Vengo de una familia humilde. No pude estudiar antes porque había que trabajar”. Cursó el secundario para adultos, sacó el mejor promedio y le dieron la medalla de Esperanza de la Patria, una tradicional ceremonia que premia desde hace 43 años a más de 600 estudiantes con las mejores calificaciones de cada institución secundaria del partido bonaerense. “No pensé que le sacaría a un joven la posibilidad de ganarse una medalla. Me pareció injusto que los adultos que cursamos menos tiempo entremos en el promedio, pero en fin... Hice el curso de ingreso a la facultad el último año de cursada y entré”, comentó.
Hoy Adriana, luego de una vida muy dura, es médica en un centro de internado con covid-19, donde no solo se encarga de la salud física de cada uno de ellos, sino que cura el alma con canciones.