Los teléfonos móviles plegables llegaron para ofrecer una experiencia distinta. El atractivo principal está en su pantalla amplia, que puede usarse como una mini tablet cuando está desplegada y como un celular compacto cuando se pliega. Es una propuesta tentadora para quienes buscan algo distinto en el rubro de las nuevas tecnologías.
Sin embargo, el modelo tradicional sigue manteniendo terreno gracias a un argumento simple: funciona bien, es resistente y suele ser más accesible. Para muchos usuarios, ese combo es más que suficiente.
Qué aporta un teléfono plegable y cuáles son sus limitaciones
Los celulares plegables se convirtieron en la apuesta más fuerte de las marcas en los últimos años. Aunque cada nueva generación mejora respecto a la anterior, todavía existen algunas dudas sobre su rendimiento a largo plazo.
Una de las principales críticas tiene que ver con la durabilidad de la bisagra y de la pantalla interna, que todavía requiere cuidados especiales. A pesar de que las empresas trabajan en materiales más resistentes, el sistema de pliegue sigue siendo el punto más sensible del dispositivo. Honor, por ejemplo, asegura que algunos modelos están preparados para soportar al menos 200.000 pliegues, una cifra que equivale a más de 100 aperturas diarias durante cinco años.
El software es otro punto a considerar. No todas las aplicaciones están optimizadas para pantallas flexibles y, en algunos casos, la visualización no aprovecha completamente el formato extendido. Esto puede generar inconsistencias o experiencias que no son tan fluidas como en un smartphone convencional.
A eso se suma el precio. La tecnología necesaria para fabricar pantallas plegables y mecanismos de bisagra sigue siendo costosa, por lo que estos modelos se ubican en los rangos más altos del mercado.
Plegable - Samsung
Celular plegable - Samsung
El celular tradicional: un formato conocido que sigue siendo el favorito
Frente a ese panorama, los teléfonos tradicionales continúan siendo la opción más elegida por la mayoría. No presentan partes móviles delicadas, el software está completamente adaptado y el precio es más accesible, incluso en las gamas medias. Además, suelen ser más livianos y delgados, un detalle importante para quienes valoran la comodidad diaria.
El rendimiento también es un punto a favor. Al no tener que ajustar el funcionamiento a distintos modos de pantalla, las aplicaciones responden de manera más estable y sin sorpresas.
Qué diferencia a un Flip de un Fold
Dentro del mundo de los plegables existen dos caminos. Los Flip, que se doblan de manera vertical, recuerdan a los viejos teléfonos de tapa pero con tecnología actual. Son compactos, fáciles de guardar y, al desplegarse, ofrecen una pantalla similar a la de cualquier smartphone moderno.
Los Fold, en cambio, se pliegan horizontalmente y dan lugar a una pantalla mucho más grande cuando están abiertos. Ese formato está pensado para quienes buscan mayor productividad, lectura o edición de contenido. Es el estilo que más se acerca al concepto “mini tablet”.
Cómo aprovechar un teléfono plegable si decidís comprar uno
Quienes eligen un plegable suelen hacerlo por el valor agregado que ofrece la pantalla grande. Para tareas como ver videos, trabajar con documentos, editar fotos o usar varias aplicaciones al mismo tiempo, la experiencia es claramente superior. También permite alternar entre modos: usarlo cerrado para llamadas y funciones básicas, y desplegarlo cuando se necesita más espacio.
La clave está en aprovechar las opciones que ofrece cada marca y adaptar el dispositivo a la rutina del usuario. Cuanto más se exploran las funciones, más sentido cobra la inversión.
¿Celular tradicional o plegable?
No existe una respuesta única. Si buscás un equipo resistente, confiable y económico, el formato tradicional sigue siendo imbatible. Si, en cambio, te atrae la innovación, necesitás una pantalla más grande para trabajar o simplemente querés una experiencia distinta, el plegable puede ser una excelente alternativa.
La decisión final depende de tus prioridades: durabilidad y precio, o versatilidad y diseño. Y aunque los plegables todavía tienen desafíos por resolver, es un segmento que crece año tras año y que probablemente seguirá evolucionando.