Juegos Olímpicos. 

¿Las zapatillas ayudan a conseguir el récord?

El noruego Karsten Warholm logró el récord de realizar la prueba en tan solo 45.94 segundos, y se convirtió en el primer hombre en bajar de los 46 segundos.

Una situación poco común se vivió en la final de los 400 metros con vallas de los Juegos Olímpicos, ya que el ganador como el segundo rompieron el récord mundial. El noruego Karsten Warholm logró realizar la prueba en tan solo 45.94 segundos, y se convirtió en el primer hombre en bajar de los 46 segundos, mientras que el estadounidense Rai Benjamin acabó segundo con un tiempo de 46.17.

A principios del 2021, la marca récord en la prueba era de 46.78 y había sido alcanzada por el estadounidense Kevin Young en los Juegos de Barcelona 1992. Pero en una competencia en Oslo llevada a cabo hace algunos meses, Warholm realizó su performance en 46.70 segundos, y esta semana rompió su propia marca y llegó a los 45.94. A su vez, como si esto fuera poco, Alison Dos Santos, el deportista brasileño que se quedó con el tercer puesto en Tokio, marcó un tiempo de 46.72. De esta manera, se puede decir que un récord que llevaba casi 30 años sin romperse, fue desplazado al menos cuatro veces en el último año.

Uno de los motivos a los que se le atribuye esta situación, es que la tecnología aplicada al servicio de los deportistas ha generado que las zapatillas evolucionen de tal manera, que para muchos especialistas son ellas las principales responsables de la velocidad que alcanzan los competidores. Por esto es que en los últimos meses también se han roto marcas históricas. Puntualmente en el Preolímpico de junio por los 400 metros con vallas femenino,Syndey McLaughlin, la deportista estadounidense, se convirtió en la primera mujer en bajar los 52 segundos y en los 100 metros con vallas femenino la puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn logró conseguir el récord olímpico debido a sus 12.26 segundos durante las semifinales en Japón.

Karsten Warholm, quien logró dos tiempos históricos este 2021, fue muy crítico con respecto a las nuevas zapatillas creadas por Nike: “Si pones un trampolín allí, creo que es una mierda. Creo que le quita credibilidad a nuestro deporte. No veo por qué deberías poner algo debajo de un zapato de carrera”, manifestó en diálogo con la agencia de noticias AFP.

Cuando le preguntaron sobre sus propios registros, él optó por no vincular a Puma, la marca que lo abastece de calzados. “Lo que puedo decir sobre las zapatillas que he estado desarrollando en una colaboración entre Puma y el equipo de Fórmula Uno de Mercedes es que estamos tratando de hacerlas lo más creíble posible. Sí, tenemos la placa de carbono, pero hemos intentado hacerla lo más fina posible porque así es como me gusta hacerlo. Por supuesto, la tecnología siempre estará ahí, pero también quiero mantenerla en un nivel en el que podamos comparar los resultados. Eso es importante”.

En base a la perspectiva del noruego, el gran inconveniente está en las Nike Air Zoom Maxfly que usó el estadounidense Rai Benjamin, quien terminó segundo en su prueba, pero también rompió el récord mundial anterior. Este nuevo modelo se caracteriza por tener una placa de fibra de carbono combinadas con una espuma especial y superreactiva conocida como ZoomX, que tiene la capacidad de ofrecer un retorno de energía del 85% en cada pisada, lo que produce sensación de propulsión. A su vez, aporta amortiguación sin sumar peso, lo que hace que siga siendo rápido.

Es importante aclarar que todas las zapatillas están aprobadas por World Athletics. No obstante, quienes rigen el atletismo a nivel mundial han tenido que cambiar las reglas en el último tiempo para dar lugar a nuevas innovaciones de este estilo. Por ejemplo, hasta hace poco las suelas no podían ser superiores a 15 milímetros, pero después esta vara se subió hasta 30 milímetros y finalmente se bajó a los milímetros para distancias de 400 metros o más. Rai Benjamin se defendió tras las críticas: “La gente dice que es la pista, las zapatillas... Usaré zapatos diferentes y seguiré corriendo rápido. Realmente no importa, con toda honestidad. Quiero decir, hay algo de eficiencia en el zapato, no me malinterpreten, y es bueno tener una buena pista, pero nadie en la historia saldrá y hará lo que acabamos de hacer, nunca. No me importa quién es usted, podría ser Kevin Young, Edwin Moses... todo el respeto a esos muchachos, pero no pueden ejecutar lo que acabamos de correr”.

Usain Bolt ya había dicho previo a que comiencen los Juegos Olímpicos que esto iba a pasar, sobre todo porque las marcas usan distintas tecnología y lo que es peor, no todos los atletas cuentan con contactos millonarios con las principales compañías. El jamaiquino había criticado que durante su tiempo de actividad la nueva tecnología estaba prohibida para las distancias cortas y en una nota brindada a The Guardian, un sitio británico, había revelado que con ella, él hubiese sido “mucho más rápido” y que los 100 metros los hubiese completado “por debajo de 9,5 segundos seguro. Sin duda”.

“Cuando me lo dijeron, no podía creer que esto fuera a lo que habíamos llegado. Que realmente estamos ajustando las puntas a un nivel en el que ahora les está dando a los atletas una ventaja para correr aún más rápido. Es extraño e injusto para muchos atletas porque sé que en el pasado (los fabricantes) realmente lo intentaron y el organismo rector dijo: ‘No, no se puede’”, afirmó el hombre que acumuló ocho medallas de oro olímpicas y 12 títulos mundiales.

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