El sueco que juega para Bolivia: Martín Smedberg

Volante de 31 años, nació en Escandinavia, pero fue citado por la nacionalidad de su padre; conoció el Altiplano hace un año y medio.

Espera sentado en un sillón su turno para ingresar en la conferencia de prensa, casi como si no fuese un futbolista. Quizá porque es sueco, nacido en Norrköping, pero es boliviano. Es Martín Smedberg Dalence, que hace apenas un año y medio conoció la tierra en la que nació su padre. Parece no poder creer qué está pasando. Disfruta, porque todo le salió perfecto: a los 31 años disputa la Copa América y hasta se dio el gusto de marcar el gol N° 100 de Bolivia en la competencia, en el 3-2 sobre Ecuador. ¿Cómo es que un sueco juega en el seleccionado del Altiplano? Martín lo explica a LA NACION con total naturalidad, casi con cierta inocencia.

Su padre, Ramiro Dalence, escapó de Oruro a principios de los años ochentas de la dictadura de Luis García Meza. Eligió Suecia como destino y allí conoció a Britt Marie Smedberg, con quien tuvo cinco hijos, el tercero de los cuales viste hoy la camiseta de Bolivia, y cuenta: "Mi papá y mi mamá me decían que estaban felices. «Ya hiciste un gol. Ahora tienes que mejorar», me dijo mi padre".

Hasta por medir 1,87 metros (diez centímetros más que la media del equipo), se advierte que Smedberg no tuvo su cuna en el país al que representa. De hecho, nació bastante lejos, a 11.401 kilómetros de allí.

A los 30 años, el volante de IFK Göteborg recibió del DT Mauricio Soria la citación para representar a Bolivia. Smedberg actuó en algunos seleccionados juveniles de Suecia, pero nunca compartió con Zlatan Ibrahimovic el equipo mayor.

-¿Imaginaste alguna vez que siendo sueco jugarías por Bolivia?

-La verdad es que no. Hace dos años estaba en Suecia jugando mi fútbol. Cuando me llamaron no podía creerlo, decía que no era cierto. Ahora estoy viviendo mi sueño.

-¿Cómo nació ese sueño?

-Al tener un padre de Bolivia, en mi casa se hablaba español y las tradiciones que teníamos eran las bolivianas. Siempre en mi corazón me he sentido boliviano. Soy sueco, pero amo a Bolivia. La primera vez que vi al seleccionado fue en el Mundial Estados Unidos 1994, en el debut contra Alemania. Ese día le dije a mi padre: "Algún día voy a jugar en el seleccionado de Bolivia". Y ahora, a los 31 años, estoy haciéndolo. Es increíble para mí.

-¿Había alguna tradición familiar como para que te dedicases al fútbol?

-Mi padre siempre se dedicó al fútbol y ahora entrena juveniles en Suecia [en Kärra Kif]. Desde los cuatro años tengo una pelota en los pies. Soy feliz en una cancha.

-¿Ya estuviste en Bolivia, conociendo tus raíces?

-Te digo la verdad: la primera vez que estuve en Bolivia fue hace un año y medio, cuando me citaron para el seleccionado. Todavía no he estado en el país como para conocer, pero voy a tratar de hacerlo a fin de este año. Voy a tratar de viajar con mi padre y con mi madre.

-¿Qué te dijeron tus compañeros en Suecia cuando te citaron?

-Recién acabo de ver mi teléfono y tenía muchos mensajes de mis amigos que me felicitaban. Incluso, tengo compañeros que están un poco celosos porque jugamos contra Messi, Neymar, James, Falcao, Alexis Sánchez... Por eso pienso que la Copa América es lo más grande después del Mundial.

-¿Cómo es lo que vivís respecto a lo que imaginabas?

-Cuando me levanté de la cama y miraba las imágenes del partido con Ecuador pensaba que todavía estaba durmiendo, que era todo un sueño. Así me sentía. De todas formas, hacer un gol no va a cambiar mi forma de ser. Debo hacer mi trabajo para mejorar como jugador y para ayudar a mi equipo.

-¿Tu referencia es Ibrahimovico es algún sudamericano?

-De Zlatan tengo parecida sólo la nariz. Es un grande, un ídolo, llevo toda mi vida en Suecia viéndolo. Otro de mis ídolos es Ronaldo, pero no el de Real Madrid, sino el brasileño. También Erwin Sánchez, el boliviano. Lo vi en aquel Mundial de 1994, me gustaba mucho.

-¿Cómo te aceptaron tus compañeros bolivianos?

-Mi español no es el mejor, pero mis compañeros tienen paciencia conmigo. Lo que no saben es que en Suecia hay muchísimos bolivianos. Siempre viví rodeado por sudamericanos. Por eso me gusta la música latina, y sé bailar caporales y tinkus, danzas típicas de Bolivia. Por eso, en mi corazón siempre me he sentido boliviano. Y estoy muy feliz de ser parte de este grupo y quiero hacer historia con mis compañeros.

-¿Cómo tienen que plantear el partido contra Chile?

-Mmm, quieres táctica ¿no? Pienso que si hacemos el trabajo que hicimos ante México y Ecuador vamos a tener posibilidades de ganar y salir primeros en el grupo. Tener en contra al público local me da más ganas de jugar y más fuerza para hacer goles para que Bolivia gane.

Copyright © TodoJujuy.com Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas. Derechos de autor reservados.
En esta nota:
Comentarios: