Para combatir la IA, compañías como Intel ya han creado sistemas para detectar deepfakes.
La preocupación sobre cómo el avance de la inteligencia artificial podría perjudicar a la humanidad es compartida por Bill Gates, el cofundador de Microsoft. Él advierte que el desarrollo de esta tecnología podría conducir a una escalada de la carrera armamentística y también aumentar la frecuencia de los ciberataques.
El filántropo Bill Gates abordó en su blog personal tanto los riesgos asociados con la inteligencia artificial como las oportunidades para gestionar la situación y transformarla en un desarrollo completamente provechoso. En su reflexión, mencionó la importancia de abordar adecuadamente los desafíos y aprovechar el potencial positivo de la IA.
“Hay un riesgo relacionado con un nivel global: una carrera armamentística por la cual la IA puede ser usada para diseñar y lanzar ciberataques contra otros países. Cada gobierno quiere tener la tecnología más poderosa para así detener ataques de sus adversarios. Este incentivo de desarrollo de no permitir a nadie encabezarlo, puede llevar a una carrera para crear nuevas y peligrosas ciberarmas. Todo podría ser peor”, dijo.
Para Bill Gates, la inteligencia artificial podría propiciar una situación similar a una Guerra Fría, donde las grandes potencias compitan en el diseño de armas tecnológicas de gran poder capaces de causar daños significativos a través de la red, sin la necesidad de armamento físico tradicional. Esta preocupación radica en el potencial peligroso que podría surgir de desarrollos cibernéticos avanzados.
Una situación ilustrativa sería cuando un país desarrolla un software capaz de "secuestrar" datos confidenciales o infraestructuras críticas de sus adversarios, poniendo en peligro la vida de miles o incluso millones de personas. A pesar de esto, Gates no percibe únicamente aspectos negativos, ya que reconoce que los equipos de seguridad también pueden emplear la inteligencia artificial de manera beneficiosa, para “encontrar y reparar fallas de seguridad antes de que los delincuentes puedan aprovecharlas”.
“Esta es también la razón por la que no debemos tratar de evitar temporalmente que las personas implementen nuevos desarrollos en IA, como algunos han propuesto. Los ciberdelincuentes no dejan de fabricar nuevas herramientas. Tampoco lo harán las personas que quieran usar IA para diseñar armas nucleares y ataques bioterroristas. El esfuerzo por detenerlos debe continuar al mismo ritmo”, aseguró.
Gates admite que la inquietud constante acerca de los riesgos que la IA conlleva para el ámbito laboral es válida. El filántropo sostiene que algunos puestos de trabajo pueden ser reemplazados por la automatización, pero aclara que esta no es la primera vez que como sociedad enfrentamos momentos de disrupción laboral.
“No creo que el impacto de la IA sea tan dramático como lo fue la Revolución Industrial, pero será tan significativo como la introducción de las computadoras personales”, comentó. La esperanza de Gates se basa en que a lo largo del tiempo se ha comprobado que la flexibilidad y la capacidad de reinventarse son esenciales para enfrentar los avances tecnológicos.
Ante los desafíos de la automatización, resalta la importancia de que las autoridades gubernamentales y las compañías proporcionen asistencia y formación a los empleados impactados, garantizando que no queden atrás en un mercado laboral en constante cambio. Por último, expresa su inquietud por la diseminación de noticias falsas y deepfakes creados mediante IA.
El magnate subraya que la propagación de información errónea no es algo inédito y que a lo largo de los tiempos, las personas han aprendido a discernir la verdad. No obstante, admite que la inteligencia artificial plantea nuevos retos, como la habilidad para generar videos y audios falsos de excelente calidad y difíciles de detectar.
Ante este desafío, Gates sostiene que es fundamental trabajar en conjunto con todas las partes involucradas. Durante su declaración ante el Comité del Senado de Estados Unidos, hizo hincapié en la importancia de emplear la inteligencia artificial para identificar y contrarrestar los deepfakes.
En este contexto, compañías como Intel ya han creado sistemas para detectar deepfakes, mientras que organismos gubernamentales como DARPA también están enfocados en desarrollar tecnologías capaces de identificar alteraciones en videos y audio.
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