¡Feliz día mamá!

Un día en donde no solo se celebra a la mujer más importante de nuestra vida, sino también la que nos guió con valor, entereza, sabiduría y corrección. Sus consejos y sus enseñanzas nos sirvieron en esta vida cargada de dificultades y de desafíos.

Su forma de ver la vida nos marcó el camino correcto a la hora en donde la duda estaba presente. Decir “madre”, “mamá”, “mamita”, nos despierta la emoción de recordarla permanentemente y las lagrimas acompañan ese recuerdo constante que todos tenemos.

Una madre siempre habita de manera incondicional, no solo en los consejos, sino en las lecciones de la vida que a diario se nos presentan y que a través de ella tomamos las decisiones que mejor nos sirven. Cuando sentimos el rechazo, cuando nos equivocamos, cuando cometemos errores, su mano invariablemente se tiende de forma generosa para ayudar.