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SUSCRIBITE A fines de junio, el 24 de junio, Romina Tejerina, condenada en 2005 a catorce años de prisión por matar a su beba que, aseguró, había sido producto de una violación, fue liberada al cumplir dos tercios de la sentencia.
Tejerina salió el mismo día en que cumplió 29 años, del Penal Alto Comedero, acompañada por su hermana Mirta.
El juez Atonio Llermanos de la Sala Penal 2, justificó la salida de Romina al explicar que luego de cumplir los dos tercios de su condena, con buena conducta, accedía al beneficio de la libertad condicional.
En mayo de 2009, la justicia jujeña había rechazado por "improcedente" y "carente de sustento" un reclamo realizado por la abogada defensora de Tejerina para gozar del beneficio de la prisión domiciliaria.
Tras un embarazo de siete meses, durante el que tomó laxantes para que no se le notara la panza, la joven dio a luz el 23 de febrero de 2003 en el baño de su casa, dejó a la beba dentro de una caja y le asestó 21 puñaladas. La beba murió dos días después en el Hospital Pablo Soria, de nuestra ciudad capital.
Tejerina declaró que el embarazo había sido producto de una violación que, sin embargo, la justicia local nunca dio por comprobada.
El hombre al que la mujer había acusado reveló durante el juicio que había mantenido "una historia sentimental" con la joven, que se había extendido por un año. Durante el debate, la fiscalía pidió la pena de prisión perpetua para Tejerina, mientras que la defensa solicitó la absolución.
La condena le fue impuesta en junio de 2005, y resultó ratificada años después por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Agrupaciones feministas y sociales reclamaron en diferentes oportunidades la libertad de Tejerina, adoptaron el caso como un símbolo de luchas y reivindicaciones sociales.
Nueva vida
Tras nueve años de prisión, Romina está dispuesta a comenzar una nueva vida. Sus familiares dijeron que deseaba "seguir los estudios que estaba cursando", y que tenía la esperanza de evitar una condena social por lo ocurrido con su beba.
No obstante, reconstruir una nueva realidad no fue sencillo. Días después de recuperar la libertad, Tejerina vivió un momento shockeante en San Pedro de Jujuy: la joven transitaba por la calle, cuando fue reconocida por varias personas y recibió insultos muy duros, al punto tal de expresarle a su abogado, Segundo Soria, el deseo de volver a la cárcel.
El caso de Romina Tejerina fue paradigmático y despierta hasta el día de hoy, adhesión y comprensión de un sector social que entiende que lo que le ocurrió la victimiza (por la imposibilidad de abortar debido a una ley que no lo reconoce); y también provoca repudio en otro sector de la sociedad que considera que el asesinato de una beba no tiene justificativo alguno.
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