El Departamento de Atención a Víctimas de Violencia funciona hace 15 años, y en este sentido Pizzolini explicó que si bien hubo un incremento de casos de violencia familiar en los últimos años, esto responde principalmente al aumento de denuncias, que visibilizan el maltrato. “Jujuy es una provincia machista, y es por eso que el Estado ha abierto puertas para que la víctima reciba asesoramiento, contención y la derivación oportuna a distintos programas”, indicó.
Un análisis puntual del funcionario fue la complejidad de la situación en las cuales las víctimas de violencia son los niños. “Los más vulnerables son los niños, niñas y adolescentes, porque son callados por amenazas”, relató Pizzolini. Recibimos permanentemente niños con signos de maltrato leves, moderados y graves”. Asimismo aportó estadísticas alarmantes: “El abuso sexual es una de las formas más frecuentes de violencia hacia los chicos. La Organización Mundial de la Salud (OMS)dice que por cada caso que emerge a la luz, hay otros diez”.
Lo importante es denunciar
Lamentablemente cerca del 70 por ciento del abuso sexual y el maltrato físico se produce en el seno familiar, según lo expresado por el funcionario. En primer lugar el abusador es el padre biológico, luego padrastros, tíos, primos y hermanos. “La denuncia en estos casos la hace un miembro de la familia, como una tía o mamá, que ve que hay que defender al niño”, explicó.
Otro dato importante, según la OMS es que la defensa del niño por parte de la madre, acrecienta en un 300 por ciento la posibilidad de que el chico no sea maltratado. “Es fundamental el rol de los parientes cercanos, pero también de los vecinos y los docentes, que tienen herramientas y un protocolo para actuar en caso de maltrato y abuso infantil. El docente tiene una responsabilidad de funcionario público y se tiene que comunicar con la Justicia inmediatamente”, manifestó.
Noviazgos adolescentes
Pizzolini consideró que la prevención es lo importante: “La violencia es una conducta aprendida. Hay que desaprender. Comenzar en la infancia, el jardín, respetando al otro. Si yo aprendí en la casa a solucionar los asuntos entre las personas a los golpes, lo llevo a la escuela. Los problemas se solucionan con diálogo y comunicación. Eso se aprende en el microsistema que es la familia. Luego en el club, la escuela, y las instituciones, que muchas veces nos muestran que hay violencia”, ejemplificó.
En este sentido, expresó el funcionario que en el noviazgo se encuentran dos culturas diferentes donde cada uno demuestra lo que ha aprendido, y qué lugar le da al hombre y la mujer. “Los amigos tienen un rol importante para denunciar. Recordemos que en el 20 por ciento de las relaciones adolescentes violentas, se dan casos de relaciones sexuales no consentidas, es decir abusos sexuales encubiertos”, finalizó Pizzolini.
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