Utilizando topadoras, derribaron el cerco de seguridad y, de manera coordinada, avanzaron unos pocos kilómetros para asesinar y secuestrar a civiles, además de prender fuego a viviendas. Entre todos los secuestrados, hubo un caso que generó un impacto aún más profundo. Se trata de una familia tomada como rehén, en la que estaban incluidos Ariel, un niño de 5 años, y Kfir, un bebé de solo 9 meses en aquel momento.
La familia Silberman Bibas en su casa del kibutz de Nir Oz.
Los pequeños fueron capturados junto a sus padres, Shiri Silberman y Yarden, formando la familia Bibas, un símbolo mundial de la brutalidad de la organización terrorista. El 1° de febrero pasado, el padre de los niños recuperó la libertad en una base militar cercana a Re’im, tras 484 días en cautiverio.
Hamas también informó que el sábado dejará en libertad a otros seis cautivos como parte de la etapa inicial del acuerdo de cese al fuego. Así lo confirmó Jalil al Haya, líder de su equipo negociador. Por su parte, la Dirección de Rehenes de la Oficina del Primer Ministro instó tanto a los medios de comunicación como a la población a no difundir conjeturas sobre la identidad de los rehenes fallecidos que fueron finalmente restituidos a Israel. “La solicitud se hizo con el fin de proteger la privacidad de las familias en su momento difícil”, indicó la oficina.
Pedidos en todo el mundo por la familia Silberman Bibas.
“En las últimas horas, hemos estado conmocionados tras el anuncio del portavoz de Hamas sobre el retorno de Shiri, Ariel y Kfir este jueves como parte de la fase de liberación de los cuerpos de rehenes”, expresaron los familiares en un comunicado difundido por el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, replicado por la agencia EFE.
Existe una grabación que documenta el momento en que la familia fue tomada como rehén por combatientes de Hamas. Las imágenes, captadas por los propios atacantes, fueron difundidas en redes sociales. En el video, se observa a la madre en estado de desesperación mientras sostiene en sus brazos a sus dos hijos pelirrojos. Alrededor de ellos, varios hombres armados y con el rostro cubierto los rodean hasta que, de repente, la cámara se inclina bruscamente y la grabación se interrumpe.
Durante el asalto de Hamas al kibutz, los padres de Shiri fueron asesinados: José Luis Silberman, de nacionalidad argentina, y Marguit Schneider, oriunda de Perú.
Yarden Bibas fue liberado el pasado 1° de febrero.
José Luis se dedicaba al arte y emigró a Israel en 1976. “Un poco escapó de la dictadura, pero no porque fuera perseguido, sino para buscar otro lugar con mayor armonía y paz”, contó Romina Miasnik, prima de Shiri, en una entrevista previa con Infobae. Dejó atrás una Argentina marcada por la violencia y se estableció en el kibutz Nir Oz, en el sur de Israel, muy próximo a la Franja de Gaza.
Los Silberman tenían una fuerte tradición artística en su familia. El padre de José Luis se desempeñó como músico y director de orquesta, además de componer gran parte de la banda sonora del programa Titanes en el Ring de Martín Karadagian bajo un nombre artístico. De esta manera, las icónicas melodías que marcaban la entrada de la Momia y otros luchadores fueron obra suya.
La vida de los Silberman en el kibutz
En ese entorno, José Luis se integró al sistema de trabajo cooperativo del kibutz, experimentando de primera mano una vida comunitaria alineada con sus convicciones socialistas. Durante su juventud, combinaba las labores agrícolas con su faceta artística dentro de una de las residencias colectivas de Nir Oz. Fue allí donde conoció a Marguit Schneider, una joven originaria de Perú. Tiempo después, contrajeron matrimonio y formaron una familia con el nacimiento de sus dos hijas, Dana y Shiri.
Los juegos de los chicos Silberman Bibas en Nir Oz.
Las niñas se criaron en el kibutz. Shiri se enfocó en la enseñanza y, desde su posición en el aula, siempre buscó incluir a los jóvenes palestinos que frecuentemente atravesaban la frontera para laborar cerca de su hogar en el kibutz.
La vivienda de José Luis se encuentra en la entrada del kibutz, mientras que la de Shiri está situada más adentro, en la zona central del conjunto residencial. “Seguro que mi tío fue a uno de los primeros que atacaron - dice Romina-. No puedo ni pensar en él, un hombre que irradiaba paz y armonía, que haya tenido que morir así asesinado por terroristas”.
Ese día, José Luis recibió la alerta de bombardeo debido a un ataque con misiles provenientes de la Franja de Gaza. Se puso en contacto con Dana, quien reside en Tel Aviv. Hasta ese momento, la extraña rutina de los kibutz del sur de Israel continuaba, a pesar de que los cohetes de Hamas eran constantemente interceptados y hacían explosión en el cielo. Como solía ocurrir en situaciones similares, Dana le envió un mensaje a su padre. Él respondió que era otro ataque más. Una hora más tarde, el teléfono de José Luis se apagaría para siempre.
En el instante del asalto, la familia Bibas se había resguardado en la sala de seguridad de su hogar, ubicado en el kibutz Nir Oz, y desde allí mantuvieron comunicación con sus seres queridos. Sin embargo, el padre, Yarden, optó por abandonar el refugio con el propósito de proteger a Shiri y a sus hijos. Aunque estaba armado, su esfuerzo resultó inútil, ya que lo capturaron de todos modos.
La historia de los Bibas, la familia argentina secuestrada y asesinada por Hamas.
Yarden estaba armado, pero su intento fue inútil. Los agresores lo capturaron y lo transportaron en una motocicleta, agrediéndolo violentamente. El padre de los niños fue liberado el 1 de febrero durante la primera etapa del acuerdo establecido entre Israel y Hamas.
En un video difundido por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), se puede ver el instante en que Yarden Bibas, padre de los pequeños Ariel y Kfir y de nacionalidad argentina, se reencuentra con su padre y su hermana en una base militar próxima a Re’im, después de haber estado cautivo durante 69 semanas. En las grabaciones, se observa a Yarden abrazando a su padre, Eli, y a su hermana, Ofri. “Eres dulce, tu humor se mantuvo”, se escucha a Eli decirle a Yarden.
En el kibutz Nir Oz, situado a solo quince cuadras de la frontera con Gaza, la edificación de la casa familiar permanece sin cambios, pero se pueden ver evidencias de la violencia cometida por Hamas. En la residencia de la familia Bibas, se notan objetos carbonizados en el suelo y algunos juguetes de los niños. En esta comunidad de 400 habitantes, 120 personas fueron secuestradas o asesinadas.
Desde Tel Aviv, Dana padecía y trataba de continuar con la búsqueda de su hermana Shiri y de sus sobrinos, Ariel y Kfir. Han transcurrido más de 500 días de espera. La angustia de las familias evoca los reclamos de las Madres de Plaza de Mayo por sus hijos desaparecidos durante la última dictadura militar.
Dana, por su parte, desde Tel Aviv tuvo que lidiar con el duelo tras el asesinato de sus padres. A la vez, asumió el liderazgo en la búsqueda de su hermana y de sus pequeños sobrinos. La joven compartió su sufrimiento y angustia frente a la cámara. En una entrevista para el canal de YouTube ¿Dónde están?, un medio que busca dar a conocer las historias de los 120 rehenes que siguen en Gaza, ella manifestó en julio pasado su temor más profundo: “En mi cabeza ya decidí que ellos no están vivos”, en referencia a su hermana y sobrinos.
En la grabación, Shiri parece no comprender la magnitud de la situación. Sujeta con fuerza a sus hijos, Ariel y Kfir, para resguardarlos mientras observa a su alrededor. Los hombres armados que la rodean le señalan la dirección, probablemente hacia Gaza. Así comenzaba el periodo de cautiverio que culminará el viernes de la peor forma posible. Ese será el instante en que la familia podrá finalmente dar sepultura a Shiri, Ariel y Kfir en territorio israelí.
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