Un apretón de manos frente a las cámaras, y un acuerdo en "encontrar la dirección correcta" para impedir un "conflicto" fue parte de la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y su homólogo chino, Xi Jinping. Ambos mantuvieron un encuentro bilateral en Bail, en medio de la cumbre del G20, y en un contexto donde el vínculo entre ambas naciones está tocando sus pisos más bajos. Cabe destacar que estos presidentes se ven por primera vez en persona desde que el demócrata asumió en la Casa Blanca.
Biden le manifestó a Xi Jinping que no hay reemplazo para las reuniones cara a cara y que se había comprometido a "gestionar las diferencias para evitar que la competencia se convierta en conflicto". El presidente chino, por su lado. Apuntó a la necesidad de hallar el camino correcto para establecer las relaciones bilaterales.
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BREAKING: Joe Biden and Xi Jinping meet ahead of the G-20 summit in Bali, the first in-person talks between the leaders of the US and China since before the Covid-19 pandemic https://t.co/iHKU2XijYTpic.twitter.com/WcIc08rqSF
Diferentes aspectos que tienen lugar en la realidad permiten argumentar el motivo por el cual la relación entre Estados Unidos y China no atraviesa un buen momento. Entre ellos, se encuentra la situación de Taiwán, lo cual se vincula con las tensiones comerciales y geopolíticas, las disidencias entre estos países a la hora de pronunciarse ante la guerra en Ucrania, y las pruebas militares de Corea del Norte.
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Cabe destacar que Xi ha conseguido su tercer mandato (algo inédito en China, ya que sus precesores abandonaron el cargo tras diez años de mandato), y de esa manera llega con mucho respaldo al G20 por parte del Partido Comunista.
Al igual que sucedió luego de la charla telefónica en julio. y más allá de la importancia de este encuentro presencial, no hay esperanza de que este encuentro desemboque en avances considerables en los principales puntos que más conflictos generan.
En aquel entonces, Biden y Xi dialogaron a lo largo de casi dos horas y veinte minutos, en una "franca" conversación telefónica en la que el presidente chino le indicó al mandatario de Estados Unidos no "jugar con fuego" por Taiwán, y el jefe de la Casa Blanca ratificó que la postura de su país sobre esa isla "no ha cambiado".
