El cometa que lleva 50 mil años sin pasar cerca de la Tierra, se empezó a ver desde principios febrero, pero en Argentina con más claridad recién desde el sábado.
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El cometa que lleva 50 mil años sin pasar cerca de la Tierra, se empezó a ver desde principios febrero, pero en Argentina con más claridad recién desde el sábado.
El 2 de marzo del 2022, un observatorio de California detectó el cometa. En principio se pensó que era un asteroide, pero luego se confirmó que era un cometa al que luego se lo reconoció con el nombre de C/2022 E3 (ZTF).
Esa denominación se basa en la C, por cometa no periódico, que tarda más de 200 años en volver a acercarse a la Tierra; el 2022 por el año de descubrimiento; la E, por la quincena de su descubrimiento; el 3 por el orden de aparición entre los objetos de esa quincena; y ZTF, por haber sido observado por el proyecto de búsqueda Zwicky Transient Facility
Se lo conoce popularmente como el “cometa verde” y no se observará a simple vista, salvo en pocas localidades del hemisferio sur como Jujuy, sobre todo en la Puna, donde no hay contaminación lumínica. También en otras partes del norte argentino.
Fernando Asís, divulgador científico, profesor de matemática y cosmografía, y responsable de Astrotour Jujuy, indicó en diálogo con Canal 4 que se contemplará mejor desde el hemisferio norte, ya que en el sur la Tierra tapa la observación en su momento más cercano, el 1° de febrero, cuando esté a unos 42 millones de kilómetros, 110 veces más lejos que la Luna, a poco más de la cuarta parte de la distancia al Sol.
Aclaró que desde el 8 en adelante será más visible porque antes la luna atenúa el brillo. “Estará en magnitud cinco, observable a simple vista con cielos diáfanos y sin contaminación, propio de la puna jujeña”.
El especialista admitió que viene estudiando al cometa verde hace tiempo y esperan hacer alguna actividad con su espacio de observación astronómica. “Los cometas son impredecibles. Un día están y otro no, se acercan al sol y pueden explotar”, explicó.
La última vez que pasó por la Tierra fue durante el Paleolítico Superior, tiempo de los neandertales. Astrónomos sugieren la posibilidad de que, después de este paso, el cometa sea expulsado permanentemente del Sistema Solar. El paso del cometa verde será menos espectacular que el Hale-Bopp en el 1997 o el Neowise del 2020, ambos más grandes.
Son escombros interplanetarios, restos rocosos resultantes de la formación del Sistema Solar. Están compuestos de roca, hielo, polvo, CO2 y otros gases. Suelen originarse en el cinturón de Kuiper, en el Sistema Solar exterior, y a medida que viajan hacia el Sol empiezan a deshacerse.
Cuando el Sol evapora el hielo, deja a su paso un halo de polvo y gas alrededor del núcleo denominado coma, que, al moverse, origina una cola que puede alcanzar una longitud de millones de kilómetros. En este caso, el cometa tiene una “coma verdosa, una corta y ancha cola de polvo y una larga y tenue cola de iones”, según la NASA.
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