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SUSCRIBITE El Papa sigue su recuperación en el Vaticano.
El viernes, el papa Francisco recibió el alta médica y retornó al Vaticano para proseguir con su proceso de recuperación, luego de haber sido sometido a una intervención quirúrgica el pasado 7 de junio en el hospital Gemelli de Roma, con el fin de tratar una hernia abdominal.
El líder religioso de 86 años abandonó el recinto hospitalario a las 8 de la mañana (hora local) utilizando una silla de ruedas, atravesando la entrada principal. Junto a él, se congregaron cámaras y reporteros de diversos medios de comunicación, así como también numerosas personas que esperaban con ansias poder obtener una fotografía suya e incluso tuvieron la oportunidad de estrechar su mano.
A pesar de que los especialistas médicos recomendaron que permaneciera hospitalizado durante toda la semana para una recuperación completa, Francisco optó por recibir el alta el viernes, con el fin de continuar su proceso de recuperación en el Vaticano.
Hasta el 18 de junio, el Vaticano había suspendido todas las actividades programadas del papa, pero se mantenían en pie los demás eventos previstos para los días subsiguientes. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ya han anunciado su intención de viajar a Roma para reunirse con el pontífice la próxima semana.
El día previo a su liberación, el jueves, expresó su gratitud al personal médico del hospital Gemelli por su dedicada atención. Además, visitó el departamento de Oncología Pediátrica y Neurocirugía Pediátrica, donde se encuentran hospitalizados varios niños que le han enviado muestras de afecto en los últimos días mediante cartas, dibujos y mensajes, deseándole una pronta recuperación.
Por otro lado, el doctor Alfieri, cirujano a cargo, informó el sábado pasado que la recuperación del papa era favorable, pero se recomendó evitar la celebración pública del Ángelus desde el hospital para evitar cualquier esfuerzo que pudiera comprometer la correcta cicatrización de la malla implantada en la pared abdominal.
Asimismo, se enfatizó que el pontífice no manifestaba "ninguna afección cardíaca ni había sufrido un infarto".
El papa se sometió a una intervención quirúrgica de tres horas el 7 de junio, bajo anestesia general, con el propósito de eliminar las molestas "adherencias" en su pared abdominal, las cuales surgieron como consecuencia de su operación de colon llevada a cabo en julio de 2021.
La operación, conocida como laparotomía, fue llevada a cabo utilizando anestesia general y consistió en realizar una incisión en la cicatriz, seguida de la colocación de una malla biocompatible para sustituir la capa muscular del abdomen.
Esta es la tercera vez que el pontífice ha sido internado en el hospital romano, ya que previamente estuvo hospitalizado durante tres noches a finales de marzo debido a "una pulmonía aguda". Además, en ese mismo centro médico fue sometido a una cirugía de colon el 4 de julio de 2021 y dado de alta después de 10 días, seguidos por un proceso de recuperación lento.
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