Los responsables del crimen podrían ser castigados con penas de hasta dos años de prisión y una sanción económica.
El yaguareté enfrenta un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre en un futuro inmediato.
El yaguareté, una especie en peligro crítico de extinción en Argentina, tiene prohibida su caza. No obstante, un grupo de cazadores furtivos abatió en Formosa a uno de los últimos cinco individuos conocidos de esta especie en la región. El pasó en Estanislao del Campo. Según el Ministerio de Producción y Ambiente de Formosa, los responsables ya han sido arrestados y están bajo custodia de la justicia local.
En una publicación en sus redes sociales, el Ministerio de Producción y Ambiente de Formosa confirmó la detención de los presuntos culpables, aunque no especificaron el número exacto de arrestados.
Cristian Larsen, presidente de Parques Nacionales, afirmó hoy que van “a luchar hasta las últimas consecuencias para protegerlos de estos criminales. Ya nos presentamos ante la justicia para exigir que estos delincuentes no queden impunes”.
Nicolás Lodeiro Ocampo, cofundador y actual CEO de la Red Yaguareté, calculó que este ejemplar fue abatido la semana pasada, ya que fue en ese periodo cuando llegaron las primeras imágenes. Excluyó la posibilidad de que se trate de una red de tráfico o de cazadores organizados: “Suelen ser gente de campo que sabe ‘cuerear’, pero desde hace varias décadas que no existen los tigreros, que eran cazadores de yaguaretés”.
En este escenario, la Administración de Parques Nacionales, bajo la dirección de Cristian Hansen, divulgó un anuncio en el que informa que busca que “la causa pase a la Justicia Federal” para en dicho ámbito “constituirse en parte querellante por ser la autoridad de aplicación a cargo del resguardo del Monumento Natural Yaguareté”.
Las sanciones para estos delitos están estipuladas en los artículos 25 y 26 de la Ley de Conservación de Fauna, y varían de dos meses a dos años de prisión, además de una inhabilitación especial por cinco años. La pena se incrementa de cuatro meses a tres años de cárcel y una inhabilitación especial por diez años si el acto de caza se realizó de forma organizada, con la participación de tres o más individuos, o utilizando armas, técnicas o métodos prohibidos por las autoridades competentes. También se impone una multa económica considerable basada en el daño ambiental causado.
En el país, el yaguareté es catalogado como una especie en peligro crítico, debido a su alto riesgo de extinción inminente en su hábitat natural. Las principales amenazas incluyen la destrucción y deterioro de sus hábitats, la caza ilegal y la falta de presas naturales. Por lo tanto, es crucial reportar cualquier acto de caza furtiva y el tráfico ilegal de sus partes.
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