La Libertad Avanza contó con el respaldo del PRO y de la UCR, estos últimos con disidencias, y terminó imponiéndose por el voto doble del presidente de la comisión, Bertie Benegas Lynch. Fue, además, la primera señal de fuerza hacia la Casa Rosada en un tema que todavía deberá atravesar un largo camino parlamentario.
La reunión fue el último emplazamiento fijado por el recinto y se hizo sin que el Poder Ejecutivo llamara a extraordinarias, por lo que la oposición forzó la discusión. Allí, el oficialismo, el PRO y la UCR reunieron 18 firmas y sumaron otras dos de Innovación Federal: 20 en total, la misma cifra que alcanzó Unión por la Patria.
El desempate quedó entonces en manos de Benegas Lynch, que como presidente tiene voto doble y llevó el dictamen oficialista a 21 firmas. La presencia del todavía diputado y futuro ministro del Interior, Diego Santilli, no pasó inadvertida: se mostró con los bloques “dialoguistas”, el espacio al que el Gobierno deberá ir a buscar votos cuando el proyecto pase al recinto.
Con voto doble de Benegas Lynch, el oficialismo logró dictamen de mayoría para el Presupuesto 2026
Con voto doble de Benegas Lynch, el oficialismo logró dictamen de mayoría para el Presupuesto 2026
Ahora empieza la negociación de los gobernadores
Los bloques que presentaron dictámenes propios —Encuentro Federal, MID y Democracia; y el rechazo de la izquierda— lo hicieron para asegurarse poder de negociación cuando la iniciativa llegue al pleno. En ese marco, en la oposición remarcan que desde ahora “cada voto cotiza”: los gobernadores que necesitan obras, autorizaciones para tomar deuda o fondos específicos usarán a sus diputados como llave para introducir cambios. Incluso dentro de la UCR aclararon que acompañaron “con disidencias” justamente para dejar abierta la puerta a esas conversaciones.
Además del oficialismo y de Unión por la Patria, apareció el dictamen de Encuentro Federal, explicado por el diputado Oscar Agost Carreño. Ese texto plantea que puede haber equilibrio fiscal, pero rechaza la “discrecionalidad” del Ejecutivo, y reclama que el Congreso recupere el control sobre el gasto y los recursos.
Incluye, además, las tres leyes sociales que el oficialismo no ejecutó —Financiamiento Universitario, Emergencia en Discapacidad y Emergencia Pediátrica— y propone reforzar el presupuesto de las universidades, garantizar salarios y financiamiento automático a las provincias y ordenar el Mercado Eléctrico Mayorista para que CAMMESA no siga acumulando pasivos que debería absorber el Tesoro.
Milei con los gobernadores en la Casa Rosada.
Desde Unión por la Patria, el encargado de fijar postura fue Carlos Heller, que planteó el “rechazo total” al Presupuesto porque, según dijo, consolida un modelo de ajuste y de Estado ausente. Heller cuestionó, además, que el Gobierno contabiliza un superávit que no es tal porque “se comió” una parte de los intereses devengados de la deuda y porque proyecta variables macro como el tipo de cambio y la inflación, que no se condicen con la realidad. Para el diputado, el oficialismo oculta déficit y eso, más temprano que tarde, derivará en más ajuste.
El Presupuesto 2026 a sesiones
El paso siguiente sería llevar el Presupuesto 2026 al recinto, pero en los bloques admiten que hoy no hay números para sesionar antes del 10 de diciembre y que, si no hay acuerdos previos, nadie va a convocar. Por eso en la oposición “dialoguista” leen el resultado de la comisión como el comienzo de una etapa nueva: el Gobierno mostró que puede ordenar una mayoría en comisión, pero al mismo tiempo quedó obligado a negociar con gobernadores y bloques provinciales si quiere, por primera vez en la gestión de Javier Milei, un Presupuesto aprobado por el Congreso.