Mientras los disturbios se desarrollaban, el líder de la Cumbia 420 volvía a General Rodríguez y se comunicaba con su grupo de confianza, conocido como "La Mafilia", para continuar la celebración en su casa del barrio. “Cuando yo digo que voy a ir para allá, me entero de que había surgido esta pelea en el boliche. Me comentaron que esta gente, G.T., sus familiares, los funcionarios municipales, R. (la mujer de 53 años) tuvieron una pelea con mis amigos”, relató este jueves ante el fiscal y añadió: “Hicieron un acto de vandalismo hacia un auto de un amigo mío. Esto es lo que me comentaron”.
El arrestado relató que sus amigos lo aguardaban en la entrada de su residencia en el barrio Bicentenario para informarlo sobre el incidente. Según sus palabras, le informaron que tenían un video en el cual "se puede apreciar a la hija de G.T. gritando: 'No le tenemos miedo a Elián'".
Al llegar a General Rodríguez, hizo una parada en un puesto de periódicos para comprar cigarrillos. En ese momento, se encontró con un vehículo policial y decidió preguntar si los agentes tenían alguna información.“Se acercó el patrullero, se bajó un oficial y antes de que yo le dijera algo él me dice: ‘Sí, ya sé, es por el quilombo de tu casa del barrio’. Al decirme eso, arrancamos a la vez, varios patrulleros y yo en el BMW blanco”.
L-Gante indicó que llegaron junto a los agentes, pero posteriormente se separó y fue entonces cuando vio a G.T. acompañado de otras personas. “Frené a la altura de su casa. Ahí se me acercaron sus hijos, su esposa y demás gente que lo acompañaba en el boliche y en la pelea que tuvieron”. Según su testimonio, en ese momento sus vecinos lo abordaron: “Se acercaron a la ventana y fue un alboroto de que todos querían hablar a la misma vez, me querían hablar. Yo jamás bajé del auto”.
“Mi reacción ahí era ignorar a sus hijos, esposa y demás personas, yo solo quería hablar con G.T. de macho a macho, esas fueron mis palabras. A la vez, le preguntaba quién había tirado tiros en mi casa, a lo que respondían que ellos no tienen armas. A todas esas palabras, una encima de la otra, G.T. se sube del lado derecho de la parte trasera del BM”, expresó.
L-Gante aseguró que el denunciante se subió por sus medios a su auto. “Entonces arranco el auto. Comenzamos a hablar con G.T.. Le preguntaba qué fue lo que pasó, quiénes se pelearon y el por qué. Él me dijo: ‘Vamos a lo de R’. Cuando llegamos, estaba ella y le digo a R. que si podía ascender al auto, así teníamos esta charla y yo lograr comprender cuál era el conflicto que había sucedido mientras no estaba. Que también era lo que G.T. quería lograr, aclarar las cosas”.
El artista enfatizó que tanto R. como G.T. se unieron a él en su vehículo “por su propia voluntad”. “Luego de partir de la casa de R., paso por mi casa donde estaban todos los patrulleros y mis amigos, hablo con la Policía. Estando G.T. y R. y un pibe que me traje del boliche que me estaba acompañando en el auto, le digo por la ventana y en forma chistosa ‘el que estaba haciendo quilombo es este’, señalando a G.T. que estaba atrás”. Según afirmó el detenido, todos "se rieron" ante ese comentario y luego continuaron el trayecto.
“Esta vez nos dirigimos al lado céntrico de Rodríguez, tomando el recorrido del paso a nivel de la zona del cementerio de General Rodríguez. A todo esto charlando. Yo notaba a R. muy presionada, porque lo sé y porque ella misma me lo hizo saber, de que estaba a favor de las palabras de G.T., por temor a que G.T. la deje sin trabajo”.
“A todo esto, charla y discusión entre ellos, llega un momento en el recorrido que tomo Ruta 6 para retomar el recorrido con dirección a Rodríguez nuevamente, pero por del lado de Acceso Oeste”, indicó el músico. “Si mi memoria no falla, bajé de Acceso Oeste en la bajada que esta a la altura de la estación de servicio Puma y la fábrica de La Serenísima, de los camiones. El semáforo estaba sin funcionamiento y en el cruce del semáforo había un control policial, que estaban los conos, el patrullero y un solo personal vi yo en ese operativo, al cual no era la intención frenar ahí”, relató.
El recorrido seguido no es un detalle insignificante: los investigadores del caso, a cargo de la UFI N°9 y la Ayudantía de Delitos Complejos de Moreno - General Rodríguez, tomaron en cuenta la denuncia presentada contra L-Gante debido a que los testimonios de las víctimas concordaban con las imágenes de las cámaras de seguridad y el análisis de las antenas de telefonía celular.
“Seguimos”, continuó. “Pasé por el exterior de la DDI y en todo ese recorrido -ya una vez que habíamos bajado el Acceso Oeste, veníamos charlando lo mas bien- ya nadie estaba nervioso ni nada”, describió.
“Llegamos a la estación de servicio YPF, la cual al lado derecho tiene una agencia de remises de nombre A.C., al ya haber hecho las pases, supuestamente, y haber aclarado todo lo que era una discusión de G.T. y R. y lo que G. T. me decía a mí, yo dije: “Bueno, no me importa, quería saber como había sido todo”, dijo sobre el episodio.
“Me dijeron que no me haga drama”, aseguró y agregó: “Les dije: “Bueno, los bajo acá si no hay problema”. Me dijeron que no, le doy cuatro mil pesos, primero desciende G.T. Yo le doy los cuatro mil pesos a R., y vuelvo a encender el vehículo y me vuelvo a mi casa del country”, afirmó.
Según el músico, creyó que el incidente había finalizado en ese momento. “Entro a mi casa, o sea al barrio privado, y ahí fue que descendí del vehículo y me fui a dormir en mi casa. Serían tipo nueve u ocho de la mañana”, indicó.
Al día siguiente, L-Gante se levantó durante la tarde. “Me despierto y voy al barrio Bicentenario, pasé por la barbería de mi amigo, que es en frente de mi casa, y ahí me habrían llegado los rumores de que todo este conflicto había tomado una exageración (sic) y había sido llevado a la legalidad y problemas judiciales. Con esos rumores me enteré que fueron a denunciar y a decir esto”, mencionó sobre cómo supo de la denuncia.
De acuerdo a su versión, al enterarse “de los rumores”, el creador de la cumbia 420 decidió ir a la casa de su amigo apodado “El Marihuana”, es decir, a la casa de R. “Me encontré con M. y le dije si quería venir a dar unas vueltas conmigo. En el momento que estoy partiendo de la casa de él, R. venía caminando por la esquina hacia su casa”.
“Yo ya iba circulando, no recuerdo si estaba en moto o en auto, creo que iba en moto, si. Freno a saludar a R. y, en ese momento, le digo: “Qué quilombo el de ayer”. Y ella me dice: “Si, G.T. me vino a buscar para ir a hacerte la denuncia y que yo de mi declaración”.
Ante esa frase, L-Gante preguntó: “¿En serio? ¿Y qué declaraste?” “R. me cuenta su declaración, su supuesta declaración, diciéndome que G.T. la había ido a buscar para denunciarme y le dijo qué tenía qué decir: que yo tenía olor a alcohol, que estaba alterado y que tenía un arma”, comentó.
En ese instante, frente el fiscal, L-Gante comentó de cómo, según él, el denunciante había modificado los hechos para perjudicarlo.
“Creo yo que si una persona estaba obligada... Tranquilamente tuvo la oportunidad de decirle algo a los policías, ya que habíamos frenado ahí”, recordó sobre el momento que pasaron por la DDI.
“También R. me dijo que había declarado que yo amenazaba con golpear a G.T., pero que en ningún momento le había dado un golpe o algún contacto. Que eso había sido lo que querían que diga y lo que dijo. Yo no le dije nada a R., aunque por dentro no lo podía creer y volví hacia la barbería, pase la tarde ahí, con mi hija”.
Indicó que M., otro testigo en la causa, también mintió en su declaración por el mismo motivo que R. “Lo que dio a entender M. en su declaración,-lo que me hirió sentimentalmente por mi amistad con él- es que estaba junto a G.T., tratando de resolver el conflicto de quien había hecho los disparos”.
Después , brindó algunas impresiones acerca de la trifulca entre los dos grupos. Y acotó: ”Llega el momento en el que llegaba yo, por un lado, y por otro lado, los patrulleros de color rojo”. “Si yo me pongo a estudiar como fue todo, G.T. e hijos y demás personas estaban cruzando la plaza dirigiéndose hacia su casa, mientras señalaba a los patrulleros mi casa, que ese fue el momento que yo me detengo en la calle, y logro tener el encuentro con G.T.. Lo demás esta todo explicado previamente”, manifestó sobre el incidente que desembocó en su detención.
L-Gante dijo que la familia del denunciante “eran de extrema confianza mía y conocidos, convertidos en familia amiga desde el momento que yo llegue al barrio”. Señaló que la esposa de G.T. es “una de mis seguidoras numero uno, o lo era, participa en videos que están a estrenar, míos”.
Para el músico G.T. era “como un padre” pero que, en los últimos meses, “cada acercamiento que hizo fue para pedirme dinero, para pedirme que lo acompañe en ollas populares, para pedirme que lo acompañe a regalar golosinas, junto al intendente el día de los Reyes Magos y para hacer campaña política junto a él y sus superiores”, afirmó.
L-Gante aseguró que “siempre se negó” a esas peticiones, para evitar ser relacionado o relacionado con esos funcionarios municipales o “añadir más problemas a mi legado artístico”.
Finalmente el joven de 23 años- que no contestó preguntas de la fiscalía ni ofreció la clave de su teléfono- rechazó la teoría que apunta a sus aparentes problemas de adicciones, aunque admitió consumir marihuana. “Me apetece para regular el estrés. Nada más que agregar, fin”, concluyó.
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