Con el fin de evitar ambas posibilidades, los abogados defensores de los jugadores de fútbol informaron a colegas de Infobae que sus clientes no solo comparecerán en los tribunales el lunes, sino que también ofrecerán sus teléfonos para ser sometidos a peritajes. Además, están dispuestos a establecer residencia en la Provincia y entregar sus pasaportes en custodia, con el objetivo de demostrar plena colaboración y descartar cualquier intención de fuga, incluso cuando la condena por este delito podría alcanzar los 20 años de prisión. Queda por ver si estas medidas serán suficientes en un caso de gran repercusión a nivel nacional.
Se espera que tras la Cámara Gesell se pida probablemente la detención de los cuatro.
Es importante destacar que los futbolistas ya cuentan con una restricción para viajar fuera del país hasta que se pronuncie la Justicia, basándose, como se mencionó, en los acontecimientos del próximo lunes.
Otros casos de jugadores acusados de agresión sexual
Como precedente en apoyo a los futbolistas, se pueden mencionar casos como el de Alexis Zárate, el jugador de Independiente, quien enfrentó un proceso similar en libertad y solo fue encarcelado después de ser condenado a seis años y medio de prisión por abuso sexual. Asimismo, está el caso de Sebastián Villa, actualmente en Eslovaquia, comprometido a regresar al país el próximo mes para enfrentar un juicio por un delito similar. Sin embargo, ambos casos ocurrieron en la Provincia de Buenos Aires. En Tucumán, todas las partes involucradas estiman que la situación podría ser considerablemente distinta.
Actualmente, el caso cuenta con el testimonio de la víctima, quien relató cómo conoció al arquero Sebastián Sosa en la zona de entrevistas después del partido entre Vélez y Atlético Tucumán, cómo establecieron contacto a través de mensajes privados en Instagram para encontrarse a medianoche, y cómo, una vez en el hotel y en la habitación, comenzó a beber tragos ofrecidos por los futbolistas y luego sufrió abuso después de sentirse mal.
Parte de la declaración de la víctima que acusó a cuatro jugadores de Vélez de abuso sexual.
Sosa facilitó el encuentro pero no participó
En la comunicación judicial dirigida a los jugadores, se observa una distinción en la imputación entre Sosa y los demás: mientras que a estos últimos se los señala como coautores, al arquero se le atribuye un papel de partícipe, pues facilitó el encuentro pero no participó en el supuesto acto de abuso, aunque estuvo presente en la habitación, según afirma su defensa, aunque los mensajes incorporados podrían refutar esta afirmación.
Este punto es crucial ya que la valoración de esta evidencia determinará el nivel de implicación: si se considera secundaria, su responsabilidad penal se verá significativamente atenuada. Sin embargo, si se determina como necesaria, enfrentaría la misma sanción que los coautores, en caso de que se demuestre el hecho.
Los célebres intercambios de mensajes representan la oportunidad que los abogados José Molina, Camilo Atim y Ernesto Baaclini, quienes defienden a Osorio, Cufré (ambos representados por el Dr. Molina), Florentín Bobadilla y Sosa, consideran tener. Según ellos, estos chats podrían contener un supuesto consentimiento para las relaciones mantenidas.
Sebastián Sosa facilitó el encuentro pero no participó en el supuesto acto de abuso.
Es una perspectiva que no se alinea exactamente con los diálogos entre la periodista tucumana y el arquero Sosa. En realidad, hay tres conversaciones que ocurrieron en diferentes momentos.
El primero se produce antes de que ella llegue a la habitación 407 del hotel Hilton. En esta conversación, Sosa le comunica que se encuentra con otros tres compañeros, pero también deja en claro que ella no tiene intención de mantener relaciones con más de una persona.
De hecho, deja claro que está habituada a la presencia de hombres, pero les advierte claramente que mantengan los límites, lo que sugiere implícitamente que no hay ningún consentimiento inicial para lo que sucedió después. Respecto al alcohol, en la investigación se señala que los jugadores tenían cerveza, mientras que la presunta víctima proporcionó el fernet.
Posteriormente, hay otro intercambio de mensajes cuando ella se marcha alrededor de las 5:30 de la mañana. Esta es la comunicación a la que apuntan las defensas, ya que ella consulta sobre la profilaxis del encuentro con el paraguayo Florentín Bobadilla, sugiriendo que se expuso demasiado y que estaba bajo los efectos del alcohol en ese momento. Ella misma se califica como una persona irresponsable.
Hasta ahora el caso tiene la declaración de la víctima, quién narró cómo conoció al arquero Sebastián Sosa.
En esa comunicación, no hay indicios de que se haya producido un abuso, pero el hecho de estar bajo los efectos del alcohol plantea un dilema, ya que, por un lado, da la impresión de que dio su consentimiento, pero por otro, debido a su estado, es posible que nunca lo haya otorgado. Esa es la cuestión clave en disputa.
En el tercer intercambio, que ocurrió casi 12 horas después, el tono cambia drásticamente y la acusación es explícita: "Sé cuáles son mis límites y sé que ayer los traspasé, y ni él (refiriéndose a Bobadilla) ni el otro (sin especificar si se refiere a Cufré u Osorio) se detuvieron". Luego proporciona algunos detalles que preferimos no mencionar para evitar revictimizarla, pero deja en claro que "estaba ida".
En vista de estas dos situaciones, el factor decisivo para el destino de los jugadores y el curso de la investigación será la entrevista en Cámara Gesell de este lunes. ¿En qué consiste este procedimiento? En una sala, la víctima se encuentra con la psicóloga. En otra habitación, en un edificio diferente, todas las partes involucradas, incluidos la acusación, la fiscalía, los abogados defensores, los acusados y los peritos psicológicos designados por los abogados privados, observan a través de un circuito cerrado.
Los famosos chats son la ventana de oportunidad que creen tener los abogados de la denunciante.
Tras finalizar la entrevista, la psicóloga se traslada a otra sala para mantener una conversación privada en línea con las partes involucradas, donde se recogen las preguntas o aclaraciones que deseen formular. Posteriormente, regresa y continúa la entrevista siguiendo estos lineamientos, hasta que se hayan aclarado todas las dudas.
Posteriormente, cada perito elabora su informe, aunque la Justicia generalmente otorga mayor peso al informe oficial que al de las defensas. Si la víctima resulta convincente en su testimonio y no presenta contradicciones, el informe del perito será contundente contra los futbolistas.
En ese caso, en la audiencia subsiguiente, la fiscalía podría solicitar la detención de los futbolistas debido a la gravedad de la pena anticipada, y en ese momento las defensas expondrán su postura y propondrán medidas menos restrictivas para evitar la prisión preventiva. Finalmente, será el juez quien tome la decisión definitiva.
“Sería ilógico que mi defendido tenga que perder su libertad cuando está claro que él no participó del hecho y que en ningún momento en la habitación hubo manifestaciones que pudieran hacerlo pensar que se estaba llevando adelante un delito. La propia víctima lo deja afuera de la situación”, le dice a colegas de Infobae el abogado de Sosa, Ernesto Baaclini.
El hecho habría ocurrido luego del partido entre Vélez y Atlético Tucumán.
Por su parte, Camilo Atim, letrado de Florentín Bobadilla, en principio el más apuntado, afirma: “Mi defendido me aseguró que es inocente. Y es lo que voy a probar”. En la misma línea se manifestó el abogado de los otros dos jugadores, José Molina.
Pero a diferencia de sus posiciones, lo que hay en el expediente para la fiscal parece sustentar y bastante la denuncia. Pero la clave está en la Cámara Gesell que se realizará este lunes. A las 9:30 están citadas las partes para comenzar a las 10. Y ahí entonces se jugará el futuro de la causa y de los propios futbolistas.
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