Milei se reunió con Macron, con el eje puesto en inversiones y el acuerdo entre la UE y el Mercosur

Cooperación en minerales críticos

La transformación digital global puso en evidencia la urgencia de disponer de reservas de tierras raras y recursos minerales clave, fundamentales en la producción de tecnologías como submarinos, vehículos no tripulados, autos eléctricos, teléfonos móviles, satélites y aeronaves.

El gigante asiático concentra la mayoría de los depósitos de estos elementos críticos, y en respuesta, los países occidentales ya compiten entre sí para asegurar el abastecimiento futuro de estos materiales indispensables para su desarrollo económico y su defensa. En este contexto, durante el encuentro que mantendrán hoy en Niza, está previsto que Milei y Macron suscriban un acuerdo bilateral que establecerá una cooperación estratégica entre Argentina y Francia en materia de minerales esenciales.

Es un acuerdo con beneficios mutuos.

Francia cuenta con capital disponible para destinar a sectores estratégicos, mientras que Argentina posee materias primas valiosas y requiere financiamiento externo para reforzar sus activos en el Banco Mundial y transitar el proceso de ajuste económico.

Francia dispone de fondos para invertir en estas áreas claves, y Argentina tiene los recursos naturales.

Durante el encuentro, Milei y Macron también firmarán un convenio orientado a impulsar la colaboración en el ámbito de la investigación geológica aplicada a la minería, una herramienta fundamental para identificar y localizar yacimientos de minerales esenciales que alimentan la revolución tecnológica en curso.

Impulso al desarrollo nuclear

Junto con el tema de los minerales críticos y las tierras raras, ambos mandatarios incluirán en la agenda la discusión sobre el desarrollo nuclear argentino. Demian Reidel, responsable del plan, visitó recientemente la capital francesa, donde mantuvo encuentros con EDF, Areva y Framatome, las tres principales empresas del sector nuclear en Francia.

A partir de esas reuniones presenciales, se espera que Milei y Macron impulsen una iniciativa conjunta destinada a facilitar el desembarco de capitales franceses en el programa nuclear que Reidel lleva adelante bajo directrices directas del mandatario argentino.

Finalmente, si el cronograma lo permite, ambos jefes de Estado podrían tratar el estado actual del tratado entre el Mercosur y la Unión Europea, una negociación de largo aliento iniciada durante la presidencia de Mauricio Macri que aún no se concretó, en gran parte, por obstáculos vinculados a la política interna de Francia.

Si el cronograma lo permite, ambos jefes de Estado podrían tratar el estado actual del tratado entre el Mercosur y la Unión Europea.

Macron depende del respaldo electoral de las zonas rurales de Francia, donde hay fuerte rechazo a una posible apertura a productos del campo argentino. Por eso, el mandatario francés priorizará siempre quedarse al frente del gobierno desde el Palacio del Elíseo.

Visita clave a Israel

Una vez finalizado el encuentro en Niza, Javier Milei, acompañado por Karina Milei —titular de la Secretaría General de la Presidencia— y por el ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, emprenderá viaje hacia el aeropuerto Ben Gurion.

El jefe de Estado permanecerá tres días y tres noches en Jerusalén, con el objetivo de reafirmar su alineamiento político, doctrinario y espiritual con el Estado de Israel.

En un contexto de escaso respaldo en el escenario internacional, y mientras el primer ministro Benjamín Netanyahu enfrenta críticas por su manejo en la negociación para recuperar a los 56 cautivos en manos de Hamas en Gaza, el viaje de Milei a Medio Oriente profundiza su distanciamiento en la región latinoamericana y lo deja sin aliados visibles en el panorama europeo.

Javier Milei y Benjamin Netanyahu se saludan en la Oficina del Primer Ministro de Israel.

A pesar de ello, el mandatario argentino mantendrá mañana reuniones con Netanyahu y con el presidente de Israel, Isaac Herzog, con el fin de reafirmar su apoyo personal y declarar abiertamente su adhesión a la operación militar que el gobierno israelí lleva adelante en Gaza con el objetivo de eliminar a Hamas, en respuesta al atentado del 7 de noviembre de 2023.

Durante su estadía, también tiene previsto visitar el Muro de los Lamentos y el Santo Sepulcro, mantener una reunión con los parientes de los ciudadanos argentinos secuestrados por Hamas y suscribir un acuerdo simbólico en defensa de los valores democráticos y la libertad.

Este acuerdo es una contracara directa del memorando que en su momento firmó Cristina Fernández de Kirchner con el gobierno iraní, el cual buscaba frenar el avance de la causa judicial por el atentado contra la AMIA.

Javier Milei reza en el Muro de los Lamentos.

Mientras el pacto impulsado por CFK implicaba garantizar que los responsables del ataque —militantes vinculados a Teherán— eludieran la Justicia, el documento que suscribirá Milei representa una promesa firme de la Argentina de rechazar de manera categórica cualquier manifestación de terrorismo y antisemitismo a nivel global.

Antes de regresar a Madrid para completar su agenda internacional, el Presidente brindará un mensaje ante la Knesset —el parlamento israelí—, donde será distinguido con el Premio Nobel Judío en reconocimiento a su postura firme contra el terrorismo y el odio antisemita en todo el mundo.

El premio conocido como Premio Nobel Judío otorga al distinguido una suma de un millón de dólares, monto que Javier Milei resolvió destinar a una iniciativa destinada a contrarrestar las embestidas mediáticas y políticas contra Israel en la región latinoamericana.

El Presidente irá al Muro de los Lamentos y al Santo Sepulcro.

El mandatario argentino suele orar en el Muro de los Lamentos como acto simbólico al dejar Jerusalén, y en esta ocasión compartirá ese momento con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Con este gesto, Milei replicará lo hecho por Jair Bolsonaro —cuando era jefe de Estado de Brasil—, quien en abril de 2019 también rezó junto a Netanyahu.

Sin embargo, el contexto político actual es distinto: en aquel entonces Netanyahu se preparaba para unos comicios inminentes; hoy, en cambio, atraviesa un escenario marcado por cuestionamientos tanto en su país como en el exterior.