¿Qué pasa cuando un niño juega? Cuando un niño juega, se activan regiones del cerebro que hacen que la motivación se incremente y con ello la predisposición hacia el aprendizaje, los procesos atencionales y el placer por la activad se potencian.
Aprender jugando: ¿Qué pasa cuando un niño juega?
Cuando un niño disfruta y experimenta situaciones lúdicas se transforma, crea, imagina, reflexiona, interactúa con un otro, aprende con otros, busca alternativas y enriquece su mundo simbólico, lo que le permite una mejor interpretación de la realidad.
Entonces, ¿Cómo enriquecer las situaciones de aprendizaje a través del juego? En realidad no es tan complejo, es cuestión de potenciar actividades que permitan el placer de descubrir, inventar y ampliar la capacidad de pensar, proponiendo actividades cooperativas, donde el respeto por las pautas sea básico para la acción fortaleciendo valores, el compañerismo y la tolerancia.
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Si pudiéramos pensar en un método efectivo para aprender, el juego es el más indicado, si articulamos juego con educación obtenemos una herramienta fuertemente valiosa en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Esta actividad satisface la necesidad humana de expresar la curiosidad, sentimientos y emociones, permite disfrutar y utilizar la capacidad imaginativa e innovadora, de lo que en un mundo futuro serán los elementos constitutivos de las “competencias del siglo XXI”
Aprender jugando es la puerta de acceso a la adquisición de aprendizajes que se fijan en la memoria de manera significativa, es más efectivo cuando los niños/ as son felices y siendo felices, se aprende mejor.
En este sentido toda situación de aprendizaje basada en el juego para que sea un andamiaje valido debe estar planificada, organizada, con un sentido definido y especifico. ¡Vamos a jugar!
Fabiana Cisneros
Lic. en Educación Especial - MP c3342
Psicopedagoga - MP 176