El nombre de tu bebé

Elegir el nombre de tu tesoro es una decisión para compartir con tu pareja. Así, considera un nombre que sea el deseo tuyo y del padre del bebé. Además, en el momento que entran terceras personas vas a encontrar siempre opiniones contrarias, algo que no te va ayudar en tu propósito.

2. Facilita la vida de tu pequeño milagro en el futuro:

El nombre es algo que nos acompaña por toda la vida (o por lo menos hasta la edad que la ley permite que se cambie el nombre). Así, busca un nombre armonioso, evitando que sea excesivamente largo, complejo o difícil de pronunciar o escribir. También es bueno tener en cuenta los apellidos, para evitar cacofonías y los posibles apodos, para que tu pequeño milagro no se convierta en foco de burlas en la escuela, en su grupo de amigos, etc.

3. Analiza bien si vas a elegir uno, dos o nombres compuestos:

Normalmente, cuando son dos nombres, el primero siempre es el más usado. Acostumbrarse a llamar al bebé por el segundo nombre hará que el día de mañana tenga que aclarar en el colegio y en todos los lugares por donde pase su nombre completo. Todavía, la ventaja de tener dos nombres es que en el futuro tu bebé vas a poder elegir el que más le gusta.

4. Escucha a los hermanos:

Si ya tienes otros hijos, es bueno que los involucren en la elección del nombre del bebé. Esta actitud hará que ellos se sientan realmente parte del momento y más cercanos del hermanito o hermanita que está por llegar, ayudando incluso a neutralizar los posibles celos latentes que son tan comunes en este período en que estás embarazada.

5. Piensa en la combinación de los nombres de mellizos:

Si estás embarazada de bebés múltiples, lo mejor es elegir nombres bien distintos y que en lo posible no tengan las mismas iniciales. Seguramente, esto te ayudará a rotular los objetos con la letra de cada uno, y que ellos puedan reconocerla de forma fácil, principalmente en cuando sean pequeños, como en los materiales y en la ropa del colegio, durante viajes, etc.