Trucos y recomendaciones para tener uñas sanas y fuertes

Además de los productos que podemos utilizar, el lavado recurrente de manos hace que estas se resequen. Por este motivo, se debe aplicar crema hidratante varias veces al día y de esta forma proteger la superficie ungueal y las cutículas.

El fortalecedor de uñas ideal debería contener ingredientes que están naturalmente presentes en tus uñas o ayudar a mejorar su producción y rendimiento. Asegurate de que el que elijas promueve la producción de queratina y silicona e hidrata tus uñas intensamente, así como las cutículas, para conseguir unas uñas más sanas y flexibles.

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De vez en cuando, tus uñas necesitan un respiro. Respirar. No es que el esmalte de uñas en sí sea malo, pero sí que podemos tener una mala manicura, o cuidado de nuestras uñas en general.

Existen remedios naturales para fortalecer tus uñas que podés realizar de manera casera. La cebolla, el ajo y el limón son alimentos muy buenos para el cuidado de las uñas, por lo que aplicarlos, durante por lo menos 10 minutos, dará muy buenos resultados.

Por qué no me crecen las uñas

La falta de nutrientes es una de las razones más comunes por las que las uñas pueden no crecer con normalidad. La biotina, también conocida como vitamina B7, es especialmente importante para el crecimiento de las uñas, por lo que una deficiencia de esta vitamina puede causar que las uñas crezcan más lentamente.

Otros nutrientes que son importantes para la salud de las uñas incluyen el hierro, el zinc, el calcio y las vitaminas A y E.

La circulación sanguínea deficiente también puede afectar el crecimiento de las uñas. Cuando la sangre no circula adecuadamente en los extremidades, como las manos y los pies, puede haber una disminución en la cantidad de nutrientes y oxígeno que llega a las uñas, lo que puede causar que crezcan más lentamente o se vuelvan débiles y quebradizas.

A veces, la falta de crecimiento de las uñas puede ser un signo de un problema de salud subyacente más grave. Las enfermedades como la anemia, la diabetes, la enfermedad de la tiroides y trastornos circulatorios pueden afectar la salud de las uñas, provocando que crezcan lentamente o se vuelvan quebradizas.

El estrés y la ansiedad pueden desempeñar un papel importante en la salud general de nuestro cuerpo, incluyendo el crecimiento de las uñas. El estrés crónico puede afectar el sistema inmunológico, la circulación sanguínea y la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes, lo que puede tener un efecto negativo en la salud de las uñas.