“Hacer un gol es como hacer el amor” dijo alguna vez Alfredo Di Stéfano y en ese rubro hay tres equipos del fútbol argentino que están un paso, o varios cuerpos, por delante del resto. Boca, River y Racing tienen delanteras de ensueño con distintas recetas y, también, resultados.
Por el lado de Boca
El Xeneize es el que cuenta con más recambio. Tiene dos nueves de área bien definidos como Darío Benedetto y Wanchope Ábila. Entre los dos fueron grandes responsables para quedar en las puertas de conquistar a América el año pasado.
A ellos se suman variantes de sobrada calidad: Carlos Tevez y Mauro Zárate son dos mediapuntas con sobrada experiencia europea, notable poder de gol y pasado de Selección. Y por las bandas pueden jugar Cristian Pavón, quien bajó notablemente su nivel tras haber jugado el último Mundial, y el colombiano Sebastián Villa, que recuperó mucho terreno y confianza desde la llegada de Gustavo Alfaro como DT.
Por el lado de River
River, por su parte, tiene menos alternativas, pero jugadores de gran versatilidad. A Lucas Pratto le costó hacer pie, pero se ganó un lugar en la historia al marcarle por duplicado a Boca en la Bombonera y en Madrid, en la final de la Libertadores.
Con él Marcelo Gallardo tiene no solamente gol, sino también un todoterreno capaz de tirarse a los pies de un wing rival para recuperar un pelota caliente con el tiempo cumplido. Al Oso se suma Rafael Santos Borré, ahora algo errático luego de haber alcanzado su pico de rendimiento al cierre de la pasada temporada.
El colombiano es un especialista en tirar diagonales y un buen definidor. Luego cuenta con dos jugadores de similares características e igual clase: Nacho Scocco y Matías Suárez, el último gustito del Muñeco.
Por el lado de Racing
Por último está Racing. Pero vale aclarar que esto no es un ranking por orden de aparición. La Academia del Chacho Coudet tiene dos fuera de serie. Lisandro López está viviendo, a los 36, su mejor temporada en Argentina.
Impulsado por el sueño de ser campeón con el equipo de sus amores es líder absoluto del equipo, goleador de la Superliga y la llave para abrir partidos: en este torneo ya marcó siete veces para hacer el 1-0.
A él se sumó Darío Cvitanich, ídolo de Banfield que decidió jugársela para tratar de conquistar el torneo con Racing. En menos de dos meses, con goles y una notable inteligencia para jugar, se ganó a los gente. Y atrás, viene Jonatan Cristaldo, con goles importantes.
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