Tras un jury de enjuiciamiento que se extendió por seis jornadas, el jurado dictó este martes un fallo unánime (11-0) destituir de su cargo como jueza a Julieta Makintach y le impone una prohibición perpetua para ejercer cualquier función dentro del Poder Judicial.
El veredicto, leído en el Anexo de la Cámara de Senadores bonaerense, sella el destino de la exmagistrada, cuyo accionar durante el juicio por la muerte de Diego Maradona desencadenó un escándalo nacional. El detonante fue el polémico documental "Justicia Divina", que la mostraba a ella como protagonista central mientras el debate oral seguía su curso.
El Jurado, presidido por la titular de la Suprema Corte Bonaerense, Hilda Hogan, definió la drástica medida durante el fin de semana, plasmándola en una voluminosa sentencia de 115 páginas. La decisión se hizo pública a las 10:40 de la mañana.
Entre el público se encontraban Verónica Ojeda, su hijo Dieguito Fernando, y Mario Baudry (abogado en el caso Maradona), quienes acudieron por primera vez al jury para presenciar la lectura de la resolución desde la primera fila.
La postura de la acusación, liderada por la fiscal Analía Duarte, fue categórica desde el alegato final del jueves. "La doctora Makintach ha perdido las condiciones que exige la Constitución para el ejercicio de la magistratura y entiendo que corresponde su destitución", afirmó Duarte ante el jurado.
La fiscal detalló cómo la jueza no solo conocía el proyecto documental, sino que incluso lo había supervisado. Se mencionó la existencia de un guion y títulos de capítulos, como "la Justicia y la sentencia", probando que Makintach estaba al tanto de una narrativa ya establecida. "Esto no se podría haber llevado a cabo sin la doctora Makintach", sentenció Duarte.
jueza Julieta Makintach
Por su parte, el senador y conjuez Sergio Vargas hizo una firme advertencia al leer el veredicto: "Cuando se encienden las cámaras, corre peligro que el ego de un juez apague la justicia. Cuando un juez hace de sus actos una búsqueda de atención mediática, con claros fines de fama o notoriedad, genera una sospecha fundada, de que las decisiones o acciones del juez, no están motivadas únicamente por la ley, sino por el deseo de ser la jueza del caso”.
Guillermo Sagues, en representación del Colegio de Abogados de San Isidro, afirmó que se comprobó el "daño enorme que se le ha hecho a la justicia de la provincia, pero no solamente a la justicia de la provincia sino a toda la justicia argentina que ha quedado ridiculizada".
Hasta la fase de alegatos, Makintach mantenía la esperanza de ser solo apartada y que su renuncia fuera aceptada. En declaraciones previas, había manifestado su deseo de desvincularse completamente de la Justicia tras su experiencia como imputada, buscando "reinventarse tranquila" e "irse en paz", pero no a través de una destitución.
El fallo de este martes sepulta esa posibilidad, y la resolución final será remitida a la Suprema Corte en los próximos días.