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SUSCRIBITE “El agua a pesar de que tiene un tinte oscuro, se está trabajando bajo el concepto de agua segura, si bien no es estética, es segura. Se cumple con todos los parámetros de potabilización” explicó el ingeniero Ricardo Sosa, agregando que esto se debe a la alta turbiedad de los ríos.
El técnico de ADLA explicó que el agua turbia demanda un proceso largo y demandante para poder hacerla potable, las turbinas trabajan al máximo y las reservan son cada vez menos.
Dependiendo de los sectores, es decir de las cisternas, puede pasar que un sector de la provincia tengo un poco más o menos de turbiedad sin dejar de ser potable, indicó.
En la Planta de Reyes, actualmente los parámetros son de un 10 a 15% de barro, es decir que de un 1 litro de agua se desecha el 15%. Una vez realizado el sistema de dosificación con productos químicos se hace la filtración, allí el paso siguiente es almacenamiento y desinfección, con tanta turbiedad se debe asegurar la “clorinación” o sistema de desinfección para que la parte bacteriológica esté potable.
“Desde la semana pasada nos está maltratando la naturaleza y es por eso que nuestras reservas fueron colapsadas” explicó Sosa.
En cuanto al consumo el referente de ADLA detalló que en esta época de más lluvias hace que la ecuación se invierta, “ya que hay mucha cantidad pero baja calidad,” por ello hizo una serie de recomendaciones para el consumo racional de agua: 4500 m3 por hora, con el ingreso de agua turbia el proceso se reduce casi un 50%; por esta razón hay que utilizarla solo para el uso indispensable”.
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