De las Yungas al mundo: la historia del jujeño Tiziano Cruz
Tiziano Cruz nació en el pueblo de San Francisco que pertenece al departamento de Valle Grande, vivió su infancia sumergido en la espesura de las Yungas jujeñas. Por donde se forjó como persona, jugó y vivió la etapa más rica de la vida pasaron comunidades indígenas como Tobas, Ocloyas y Omaguacas entre otros.
La historia de Tiziano es similar a la de muchos soñadores jujeños que simplemente tomaron la decisión de triunfar e imponerse ante las más grandes adversidades ideológicas, geográficas y económicas que hoy puede tener una persona.
Su peregrinación hacia la ciudad cuando tan solo tenía 13 años, el desarraigo, la discriminación y sus miedos más profundos lo convirtieron con el correr de los años en un artista visual que a través de sus expresiones y obras autobiográficas emociona a todos aquellos que deciden aventurarse a presenciar sus obras en cualquier lugar del mundo.
Tiziano es hijo de albañil y hace cuatro años perdió a su hermana por una negligencia médica. Sus fuertes capítulos de resiliencia provocan que cuando cualquier espectador conoce a penas un retazo de su historia de vida identifique con mayor sensibilidad su lucha, mensaje y una profunda vocación que luego vuelca y emociona arriba del escenario.
Voló a los 13 años desde su San Francisco natal a la ciudad de Libertador General San Martín para terminar la secundaria, luego se instaló en la provincia de Tucumán a donde pudo concretar sus estudios de Artes Visuales, Escénicas y Gestión Cultural. Hoy está radicado en Buenos aires pero recorre los teatros más representativos de la antigua Europa despertando emociones y ovaciones con la bandera de su Jujuy.
El jujeño atravesó distintas problemáticas que resolvió con mucha madurez, fortaleza y amor. Lejos de lamentarse, rompió la lógica pueblerina de terminar la escuela, entrar a trabajar al municipio o vivir de un oficia y tener hijos con una chica del lugar. Gracias al apoyo de sus padres y amigos, logró empoderarse manifestó su homosexualidad para vivirla con total libertad.
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Bélgica, Tailandia, Kenia, Líbano, Inglaterra, Brasil y Suiza son algunos de los tantos países que el mensaje de Tiziano Cruz recorrió durante los últimos años.
“Nunca me imaginé poder decirle a mi madre y a mi familia que voy a Europa… después de haber pasado tanta pobreza, donde hemos tenido que trabajar juntos limpiando iglesias a cambio de la comida”, relató el jujeño en una nota realizada con nuestro medio hace unos meses atrás.
‘Soliloquio’ es una de sus obras más exitosas y es la segunda obra de una trilogía y autobiográfica, donde habla sobre la relación con su madre y las comunidades aborígenes. “El texto parte de la base de 58 cartas escritas a mi madre ante la imposibilidad de un encuentro real debido a la pandemia”, relata.
“Es una reflexión profunda donde muchos temas se entrecruzan, desde la muerte de mi hermana por mala praxis en un sistema de Salud deficiente para los humildes, hasta los problemas de migración, la aporofobia (el rechazo de la clase media alta hacia las clases inferiores) y la aspiración social de una ‘Argentina blanca’ que niega la negritud e invisibiliza a las poblaciones originarias”.
En diciembre del año pasado decidió volver a su Jujuy natal, el orgullo y el sentido de pertenencia siempre están a flor de piel en Tiziano. Si bien las mayorías de las horas del artista pasan por salas de teatro cargadas de historia, aeropuertos colapsados en las ciudades más importantes del mundo y su vida personal, también hubo tiempo para reencontrarse con aquella persona que siempre lo apoyó y hoy con mucho orgullo lo ve crecer brillar arriba y abajo del escenario.
En el video se puede observar como el jujeño viaja más de 1.700 kilómetros por aire y tierra para confundirse en un abrazo con aquel que siempre lo acompaño y en aquel bello lugar que lo vio nacer.
Corto, contundente y emotivo. Sin aparatarse de los malditos mandatos que imponen los algoritmos en las redes sociales, Tiziano compartió un reel tan emotivo y real como el amor más puro que puede existir entre un padre y un hijo.
Tiziano Cruz es un artista internacional e interdisciplinar, su obra reúne principalmente el lenguaje visual y teatral, la performance, intervención artística del espacio público, la gestión y mediación cultural en instituciones públicas y privadas.
Ha finalizado sus estudios en Administración de Empresas, Artes Visuales, Escénicas y Gestión Cultural en la Universidad Nacional de Tucumán y Universidad Nacional de Córdoba y actualmente se encuentra cursando la Maestría en Cultura Pública de la Universidad Nacional de las Artes.
Ha sido becario del Fondo Nacional de las Artes e Instituto Nacional del Teatro. Ha recibido distinciones como Artista Emergente por la Dirección Nacional de Formación Cultural (Argentina) e Instituto Nacional de Artes Escénicas (Uruguay), Asociación General de Autores de Uruguay e Instituto de Cultura de Baja California (México). Fue ganador de la Bienal de Arte Jóven 2019 con su obra escénica Adiós Matepac (ensayo sobre el recuerdo o la despedida).
Se destaca su participación como artista visual/performer/director/docente/gestor y mediador cultural tanto en Argentina como en México, Brasil, Uruguay y Chile. Es fundador de la plataforma ULMUS gestión cultural, plataforma dedicada a la mediación cultural entre diferentes organismos de la cultura argentina y países limítrofes.
Actualmente se desempeña como Subcoordinador del Área de Atención al Público en el Centro Cultural Recoleta, dependiente de la Subsecretaria de Políticas Culturales y Nuevas Audiencias, Ministerio de Cultura, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
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