La reciente creada Secretaría de Comunicación tenía al frente a Carlos Guari, un hombre formado en el medio, profundo conocedor de la realidad provincial en materia de comunicación en terreno y fiel delfín de Gerardo Morales a quien acompañó en varias campañas electorales.
Su designación representó para el ambiente periodístico una acción de justicia para quien por muchos años fue el nexo con la prensa.
Sin embargo, sin muchos detalles y con el armado de la Secretaría a medias, se conoció la renuncia de Guari. Rumores indican que llegaría una funcionaria de prensa que acompañó por muchos años a Gerardo Morales durante su senaduría, Paula Atlante.
Por otra parte, esta semana renunció uno de los funcionarios que habían logrado continuidad, Sergio Aramayo que se desempeñaba como Secretario de Industria.
Dos versiones circulan sobre su desvinculación la falta de acompañamiento a su gestión y el ahogo administrativo serían los motivos de la dimisión y también se comenta del malestar de sectores económicos por su permanencia ante una gestión no muy exitosa en el gobierno anterior.
Toda gestión necesita recambios en los primeros tiempos, máxime la personalidad y el vértigo que imprime en la gestión el gobernador de la provincia. Muchos estarán en la mira respecto a los resultados de sus trabajos en estos primeros 100 días.
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