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SUSCRIBITE Es una muestra de fe, pero también un desafío para el cuerpo. Ascender a los más de 4 mil metros de altura, requiere una gran fuerza de voluntad y un físico resistente. Por eso, el Dr. Pablo Clementti (M.P. 2249) afirma que los controles previos son lo más adecuado para no sufrir en el intento.
“Es fundamental hacer un control clínico antes de emprender la subida, porque puede afectar al sistema cardíaco, pulmonar, cerebral y al sistema muscular también”, afirmó el profesional.
Por promesas, desafíos personales o agradecimientos, muchos deciden subir sin conocer su estado clínico actual, arriesgandose a sufrir percances de todo tipo. Por eso, con ciertas enfermedades, se aconseja evitar esfuerzos de este tipo.
Enfermedades como insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar, problemas pulmonares graves como fibrosas o EPOC, o alteraciones en caderas y rodillas que impidan transitar normalmente, son motivo para desistir de la larga caminata.
“Los síntomas que tienen que preocupar son el dolor de pecho, que aparece en el esfuerzo físico y que dura más de 5 minutos. También agitación y falta de aire al caminar. Si pasa eso, no hay que subir”, dijo Clementti, que agregó que un esfuerzo así puede empeorar estas patologías.
Para los miles que subirán en estas horas y esperarán a la Virgen, se recomienda una buena hidratación, comer liviano y con poca sal, no fumar y nada de alcohol durante el ascenso. “Subir 4 mil metros, eso solo, puede alterar nuestro corazón”, dijo Clementti.
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