Esta mañana se realizó en Jujuy el 25° Encuentro de Educadores Católicos y contó con la disertación del reconocido docente Julio Pereyra, quien disertó sobre inclusión educativa ante una gran cantidad de personas.
“Hablo de educación no excluyente porque antes de ver cómo incluyo prefiero ver por qué se expulsa a algunos perfiles”, explicó a TodoJujuy.com y destacó que “en vez de enseñar de una sola forma tenemos que buscar cómo hacerlo adaptado a los estudiantes de hoy, con la tecnología y lo audiovisual”.
“Actualmente tenemos contenidos del Siglo XVIII, con docentes del Siglo XIX para estudiantes del Siglo XXI, ahí está el gran desfasaje que han manifestado los reportes. No hablamos de coeficiente intelectual sino de una reflexión sobre qué enseño y cómo lo hago”, indicó Pereyra.
Los métodos de enseñanza
“La escucha activa es muy importante porque permite articular lo que los chicos y lo que quieren aprender, ellos tienen que ser partícipes de su propio aprendizaje”, destacó el docente y explicó que “se puede trabajar la lingüística con comics, la física y matemática desde la programación, aprovechando lo que a ellos les interesa”.
“Es trabajar los mismos contenidos desde otro lugar, dándole sentido a su vida cotidiana. La tecnología termina siendo un apoyo y no un fin en sí mismo”, agregó.
Además, subrayó que “más que aprender cosas nuevas hay que desaprender hábitos”. “Los docentes tienen creatividad, es parte de ellos pero la burocracia impide innovar”.
Explicó también que “hoy los chicos están acostumbrados a cambiar con un botón lo que quieren ver y fumarse un docente 4 horas debe ser bastante complejo porque son temas que no le interesan”.
La inclusión y la educación
“No hay manuales ni recetas, sólo tenemos que romper el pensamiento dicotómico de esto o lo otro, por qué no los 2 y aceptar las miradas distintas. Yo hablo de educar para incluir e incluir para educar, tenemos que preparar a los procesos para comprender las diferencias”, dijo.
“La convivencia con otro puede atender y entender que somos distintos, no pasa por un diagnóstico”, subrayó el docente.
El rol de la familia y los compañeros en la inclusión
“La familia es un pilar fundamental porque con ellos hay que acordar criterios que tengan que ver con un sentido. Ellos serán quienes indiquen qué buscamos en el aprendizaje y qué necesita su hijo. Son partícipes y están ahí”, aseguró Pereyra.
Por otro lado, dijo que la relación con sus pares genera ósmosis comportamental, permitiendo a los chicos desarrollar habilidades y competencias sociales y lingüísticas en el vínculo con los demás.
“La interacción con otras personas te obliga a desarrollar competencias interactivas a nivel de inteligencia interpersonal. Hacer un trabajo diferenciado genera una mirada asistencialista de la educación, uno tiene que tomar una decisión: preparo el camino para los chicos o a los chicos para el camino. Puedo ser contemplativo pero el día de mañana va a salir y va a tornarse complejo”, subrayó Julio Pereyra.
“No podemos caer en una mirada infantilizada de la discapacidad ni romantizarla”, enfatizó y dijo que “los docentes tienen que entender que ese estudiante puede ser su hijo y, por eso, hay que dar lo mejor”.
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Proyecto Caminos de Tiza.
¿Qué es la inclusión?
“La inclusión para mí es el respeto a las diversidades humanas con una mirada no asistencialista. Es honrar las diferencias que tenemos como personas: culturales, políticas, sociales, religiosas, etc.”, dijo Julio Pereyra y destacó que “la imagen que mucha gente ve en el espejo no es la que ellos quieren”.
“Tenemos que ganar como sociedad, que no es preguntarme de qué lado estoy de la grieta sino ver cómo saco a los que están metidos en ella. Esa es mi reflexión sobre la inclusión”, agregó.
“Hoy falta mucho porque hay muchas diferencias humanas y cuando lleguemos a una cierta inclusión aparecerán nuevas diferencias”, dijo Pereyra y contó que él tuvo mucha censura. “Soy más discriminado como adulto de lo que fui en la infancia”.
“El proceso de inclusión educativa comienza sólo con la llegada del docente porque se tiene que acostumbrar al lenguaje, a los tonos, a la lengua y a los intereses. Tenemos que saber qué quiere y ver cómo trabajarlo”, finalizó.
Quién es Julio Pereyra
Julio Manuel Pereyra Sánchez es un docente con autismo que creó la escuela itinerante Caminos de Tiza, que tiene como objetivo enseñar fuera de las aulas y con la necesidad de transformar realidades aplicando un sistema pedagógico distinto.
El proyecto inició en un basural de Corrientes y ya recorrió 28 comunidades, creó 14 escuelas, 12 espacios de primera infancia y hace 4 años se radicó en Misiones.
Pereyra es uruguayo, licenciado en Ciencias de la Educación y profesor de Historia, entre otras cosas. Busca derribar prejuicios que existen sobre la Condición del Espectro Autista (CEA).
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