El Concejo Deliberante aprobó en el año 2017 la ordenanza N° 7.144 con el voto de todos los bloques para la construcción de un crematorio en el cementerio El Salvador. Leandro Giubergia, concejal capitalino, aseguró: “Los lugares en que debía funcionar eran en el cementerio el Salvador o el Rosario”. Finalmente se eligió el primero, en el centro de San Salvador.
El Ministerio de Ambiente de la provincia otorgó la factibilidad ambiental del proyecto del horno crematorio, tras verificar que se cumplían todos los requisitos exigidos por ley tras relevamiento de los procedimientos técnicos realizados.
El Ejecutivo municipal licitó la obra este año y la empresa adjudicada quedó lista para comenzar con las obras. Pero el tema generó debate y varios cuestionamientos entre organizaciones no gubernamentales, vecinos, la facultad de Ingeniería y profesionales locales, entre otros. No se oponen a la instalación de un horno crematorio pero si cuestionan el lugar asignado para ello.
Pablo Bergese, secretario de Calidad Ambiental, afirmó que los procedimientos para la aprobación fueron los adecuados. “Trascurrieron los plazos establecidos por decreto. Ejecutados los análisis técnicos y legales, se otorgó a la empresa Futuro la obra”, dijo el funcionario y detalló que los casos de cremación en Jujuy tienen que ser trasladados a Salta, con todas las imposibilidades por la pandemia y el cierre de las fronteras. “Es muy complicado”, dijo.
Bergese agregó que la tecnología utilizada para la obra es moderna y usada a nivel mundial. “En Argentina sólo tres provincias no tienen crematorio y una es Jujuy. El proyecto busca subsanar esa falencia”, y destacó que hubo consultas a ambientalistas que garantizaron que el proyecto no ejercerá impacto incompatible o cuya magnitud sea inaceptable. “Por eso consideramos factible el proyecto”.
El secretario de Calidad Ambiental sostuvo que la tecnología aplicada es la adecuada y no generará contaminantes. “Cualquier industria se puede hacer bien o mal. Si se hacen controles, el proceso no debe contaminar. El proyecto planteó medidas de control para que funcione. Nuestra tarea será controlar que esas tareas se hagan”, reafirmó.
Jorge David Kalnay es abogado ambientalista y también opinó sobre el controversial proyecto. “Hay que presentar un estudio de impacto ambiental, que evalúen las autoridades que deciden si es factible o no. Si no se hace, se viola la ley”, enfatizó.
La facultad de ingeniería está muy cerca del lugar donde se instalará el crematorio. Gustavo Lores, el decano, aseguró que no están en contra del proyecto, sino de la ubicación. “No nos oponemos al crematorio. Es un beneficio para Jujuy. No hay ninguna objeción por el equipo. La localización del equipo nos genera preocupación”.
También Lores subrayó que presentaron un análisis de la documentación y el informe del impacto ambiental. “Consideramos que no están dadas las garantías por la preservación de la salud, no sólo la nuestra. Hay otra facultad, dos escuelas secundarias, una primaria con una gran cantidad de alumnos, barrios muy poblados como Punta Diamante y Bajo La Viña, además del barrio Los Naranjos”.
“Cualquier acción contamina al medio ambiente y se analiza si ese efecto será perjudicial”, dijo y puso un ejemplo sobre las dudas que tienen. “Si un chico en la facultad o una persona en su casa toma un té, ¿no estará tomando algún elemento residual o tóxico?”, se preguntó y aseguró que no recibieron ninguna comunicación ni antes ni después de aprobación del proyecto. “Todo lo que sea desarrollo de ingeniería tiene que avanzar en la medida de la técnica y preservando el medio ambiente”.
Carlos Jure de la empresa Futuro, encargada de la obra, defendió la factibilidad del crematorio y aseguró que nunca tuvieron inconvenientes en despejar dudas. “No hay problemas que la gente consulte. Está todo en el informe de Ambiente. El modelo es un crematorio de última generación que no contamina nada”, aseveró.
“Ofrecimos audiencia pública donde venían técnicos de Buenos Aires y también especialistas de aquí y no la quisieron hacer. Ahora dicen que no la quisimos, cuando tampoco está estipulada”, aclaró Jure.
Dirigentes vecinales también explicaron su postura de rechazo al crematorio. Carlos Mercado confirmó que la Comisión Directiva de Bajo La Viña hizo las observaciones. “Consideramos que el estudio de impacto ambiental era deficiente y no nombraban los efectos nocivos que podría acarrear”, y ratificó que no se oponen a la idea. “Estamos convencidos que es necesario. Estamos objetando la ubicación del crematorio en el centro de la ciudad”. Daniel Crespo, otro de los dirigentes vecinales expresó: “No puede ser que se instale el horno sin haber seguido todos los pasos para una decisión de ese tipo”.
Al respecto, la Ministra de Ambiente de la provincia, María Inés Zigarán, explicó que se trata de una ordenanza del año 2017 firmada por todos los concejales y donde se autoriza a construir crematorios en los cementerios municipales de la ciudad de San Salvador de Jujuy. A través de ello se llevó a cabo una licitación y la empresa ganadora solicitó el estudio de factibilidad ambiental para poder recibir la habilitación.
“El Ministerio de Ambiente es la autoridad para certificar la factibilidad y apenas se recibió la solicitud se inició el proceso y se hizo una evaluación. No pudimos hacer la audiencia pública por las restricciones nacionales y provinciales por la pandemia de coronavirus, por lo que se hizo una consulta a través de la web”, explicó la funcionaria.
Por otro lado, Zigarán destacó que se trata de un proyecto de emergencia ante la situación sanitaria por el coronavirus, teniendo en cuenta que “no sabemos ante qué escenario estamos”. “La cremación es la práctica más indicada en fallecidos por Covid-19”, indicó.
Por otro lado, el secretario de Calidad Ambiental del Ministerio de Ambiente, Pablo Bergese, subrayó que en los últimos tiempos a nivel mundial se está dejando de inhumar en tierra porque puede contaminar el agua y esta metodología tiene muchas desventajas sobre la cremación.
“La empresa indica que la tecnología utilizada asegura que los impactos ambientales son los permitidos en la legislación vigente, es un proceso usado de manera universal y estos hornos son construidos exclusivamente para quemar cadáveres”, explicó.
“Antes de cremar un cuerpo se separan todas las piezas que puedan generar algún tipo de partículas contaminantes como el mercurio y todas ellas se tratan como residuos patógenos”, explicó Bergese.
“No tenemos dudas que no va a generar impacto porque hay crematorios en muchas áreas urbanas como en Chacarita, Buenos Aires, y San Vicente, Córdoba, que están trabajando las 24 horas sin arrojar parámetros ambientales que estén fuera de lo permitido”, indicó el especialista.
Por último, destacó que el Ministerio de Ambiente no tiene la facultad de solicitar un cambio de lugar porque su función es otorgar la factibilidad ambiental y el proyecto no propone alternativas de otros sitios.
Mientras tanto, la polémica continúa. Los vecinos están preocupados por la contaminación que puede generar un crematorio en plena ciudad de San Salvador y reclaman mejores estudios ambientales o el cambio del lugar del crematorio.
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