Salta: hoy es el Día del Señor y la Virgen del Milagro

Transmisión en vivo por Canal 4 de Jujuy

El viernes 15 de septiembre se realiza la misa central en honor al Señor y la Virgen del Milagro en la vecina provincia de Salta. Este año se esperan más de un millón de personas por la gran convocatoria que tiene esta peregrinación una de las más grandes e importantes del país.

Canal 4 de Jujuy realizará una transmisión exclusiva en vivo desde Salta con la llegada de los peregrinos a la Catedral y la procesión con las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro.

También se realizará una transmisión con un móvil en vivo desde las primeras horas para poder mostrar todo lo que ocurre en una de las fiestas de fe más convocantes del país.

Historia del Señor y la Virgen del Milagro

La narrativa se inicia aproximadamente diez años después de la fundación de la ciudad de Salta el 19 de junio de 1592, cuando dos grandes cajones fueron avistados flotando en las aguas del Océano Pacífico, cerca del puerto del Callao en Perú. Uno de estos llevaba una inscripción grabada que decía: "Una Virgen del Rosario para el convento de predicadores de la ciudad de Córdoba", hoy conocido como el Convento de Santo Domingo.

El segundo cajón decía: "Un Cristo crucificado para la iglesia matriz de la ciudad de Salta". Ambas imágenes eran de estilo barroco, atribuidas a la Escuela Castellana, y habían sido enviadas por el antiguo Obispo del Tucumán, Fray Francisco de Victoria, quien estuvo presente en la fundación de la ciudad. Sin embargo, nunca se supo cómo llegaron estas imágenes a las aguas del Pacífico ni qué sucedió con la embarcación que las transportaba.

Las imágenes fueron llevadas en procesión hasta Lima, la capital peruana, bajo la orden del virrey García Hurtado de Mendoza, con el propósito de cumplir el mandato del Obispo Victoria. Desde Lima, las imágenes emprendieron un viaje de aproximadamente 2800 kilómetros a lomo de mula por el antiguo Camino del Inca. En Salta, el cristo crucificado fue dejado y la peregrinación continuó hacia la ciudad de Córdoba.

En Salta, las imágenes, atribuidas a Juan Martínez Montañés, fueron recibidas con entusiasmo en lo que hoy se conoce como el Campo de la Cruz. Tras un solemne oficio religioso, el cristo crucificado fue colocado en el altar de las ánimas, también llamada sacristía de la iglesia matriz. Lamentablemente, con el tiempo, el cristo fue olvidado en ese lugar.

Cien años después de la llegada de la imagen a Salta, un sismo sacudió la región el 13 de septiembre de 1692, devastando la ciudad de Esteco y causando daños significativos en Salta. Sin embargo, los salteños notaron que, a pesar de la magnitud del terremoto, la ciudad no había sufrido tantos estragos como se temía. La sorpresa llegó cuando, al ingresar a la Iglesia Matriz de Salta, encontraron la imagen de la Virgen del Milagro en el suelo, a los pies del cristo crucificado, como si estuviera en actitud orante. Sorprendentemente, la imagen no había sufrido daño alguno en su rostro ni en sus manos, a pesar de la caída desde una altura considerable. Los colores del rostro de la Virgen habían cambiado, adquiriendo un tono pardo y macilento.

Entronizaron las imágenes del Señor y Virgen del Milagro en Salta

Entronizaron las imágenes del Señor y Virgen del Milagro en Salta

La Intercesión de la Virgen y el Señor de Salta

La imagen de la Virgen del Milagro fue llevada a la casa del alcalde Bernardo Diez Zambrano, donde fue exhibida durante toda la noche, rodeada de orantes. Al día siguiente, la imagen fue colocada en el exterior de la Iglesia Matriz, permitiendo que todos pudieran venerarla. Los colores del rostro de la Virgen continuaron cambiando, marcando el inicio de lo que más tarde sería conocido como "el milagro".

Los temblores de tierra persistieron, pero con menos intensidad. Un sacerdote de la Compañía de Jesús, José Carrión, sintió una voz que le decía claramente: "mientras no saquen al Cristo en procesión, los terremotos no cesarán". Los padres jesuitas recordaron la imagen del cristo crucificado enviada por el Obispo Vitoria, la sacaron de la iglesia matriz y la colocaron en un altar exterior. La imagen fue sacada en procesión por los fieles salteños con antorchas encendidas, y las campanas llamaron a la penitencia y la oración.

La tierra dejó de temblar al amanecer del día 15 de septiembre, aunque hubo una réplica esa misma noche. Sin embargo, el 16 de septiembre, la calma retornó y con ella comenzó a hablarse del "milagro". Con el tiempo, se recibieron noticias de la destrucción de Esteco, lo que aumentó la magnitud del "milagro" atribuido a la Virgen y al Señor de Salta.

Así, una nueva historia comenzaba para estas sencillas imágenes y para los salteños, quienes mantienen viva su devoción y su fe en la actualidad, recordando el momento en que la Virgen y el Señor intervinieron para proteger a su ciudad de la furia de la naturaleza. El legado de la Virgen del Milagro y el Señor de Salta sigue siendo un testimonio de la fe inquebrantable que ha marcado a esta región de Argentina a lo largo de los siglos.