A comienzos de diciembre, los entusiastas de los fenómenos astronómicos reciben un regalo del cielo, ya que Venus se destaca como la “estrella vespertina” y la Luna, en su fase creciente, se alineará esta noche con el planeta en la constelación de Sagitario.
Este fenómeno astronómico puede ser apreciado cuando ambos astros se alineen perfectamente desde nuestro planeta. Esta clase de conjunción resulta particularmente fascinante, ya que Venus, el astro más resplandeciente del Sistema Solar, estará a una distancia muy próxima de la Luna, generando una impresionante vista en el firmamento nocturno.
Los primeros días de diciembre ofrecen un regalo celestial a quienes celebran los eventos astronómicos.
En este espectáculo cósmico, Venus será claramente visible a simple vista debido a su intenso brillo, mientras que la Luna, en su fase creciente, ofrecerá un contraste ideal. Además, el satélite natural será parte de un fenómeno astronómico singular conocido como Luz Cenicienta. El fenómeno se originó al atardecer, comenzando a las 19:54 en Buenos Aires, 19:27 en Posadas y 21:54 en Ushuaia.
Al evocar la imagen de la Luna, solemos visualizarla como una esfera brillante que adorna el firmamento durante la noche. Su brillo es el resultado de la luz solar que refleja, pero lo que pocos saben es que, en sus fases crecientes o menguantes, nuestro satélite natural también emite una tenue luz originada por un fenómeno denominado luz Cenicienta.
Este fenómeno, que ha asombrado a científicos y fotógrafos a lo largo de los siglos, brinda una perspectiva excepcional de la Luna, iluminando su hemisferio opaco de una forma que la mayoría de las personas no puede notar a simple vista. No obstante, con el equipo adecuado, como una cámara, es factible registrar esta luz tenue que revela un aspecto enigmático de nuestro satélite.
Ambos astros entrarán en una conjunción fenomenal a simple vista.
La luz Cenicienta ocurre cuando el satélite refleja la luz solar de manera indirecta, debido al resplandor que recibe de la Tierra. Para comprender este fenómeno, es esencial primero saber cómo se ilumina la Luna. Cuando el Sol la ilumina, solo una sección de la Luna está en oscuridad, mientras que el resto refleja la luz solar. Durante las fases lunares más comunes, como la llena o la nueva, solo una fracción de la Luna es visiblemente iluminada.
En las fases crecientes o menguantes, sucede algo adicional: una tenue luz, reflejada desde la Tierra y proyectada por el Sol, ilumina la cara oculta de la Luna, que normalmente permanecería a oscuras. Esta luz, mucho más débil que la que refleja directamente el Sol, es lo que se denomina luz Cenicienta.
Hoy, el 12% de la superficie lunar estará iluminada, mientras que el 88% restante quedará en sombras. Sin embargo, debido a este fenómeno astronómico, la oscuridad no será total.
Este fenómeno no es desconocido para quienes observan el cielo, pero la manera en que se percibe y se registra ha cautivado a los apasionados de la fotografía astronómica. Aunque la luz cenicienta es muy tenue y difícil de notar a simple vista, las cámaras fotográficas, mucho más sensibles que la vista humana, son capaces de capturar la luz reflejada desde la Tierra, mostrando toda la figura de la Luna, incluso su lado oscuro, que en numerosas ocasiones suele pasar desapercibido.
Nuestro sátelite natural está en fase creciente y será iluminado por nuestro planeta.
“Se trata de una luz que proviene del Sol, se refleja en la Tierra e ilumina la Luna. La luz del Sol que se refleja en la tierra y da sobre la luna y la ilumina. De la misma forma pasa cuando nosotros estamos en la Tierra y tenemos Luna llena. Allí podemos ver a pesar de que está de noche y no hay luces, porque la Luna nos ilumina un poco y eso es luz reflejada del Sol sobre nuestro satélite que termina pegando en la Tierra. Lo mismo pasa en la Luna. Si estamos sobre la superficie de la Luna, nos llega luz del Sol reflejada por la Tierra. Pero como la Tierra es más grande, además ilumina más”, explicó el astrónomo Marcelo Miller Bertolami.
¿Por qué es tan difícil ver la luz cenicienta?
El mayor obstáculo para ver la luz Cenicienta a simple vista es la fuerza de la luz solar. La radiación directa del Sol es miles de veces más intensa que la luz reflejada desde la Tierra, lo que provoca que la luz Cenicienta quede opacada. Por lo tanto, para poder distinguir la sección oscura de la Luna iluminada por este fenómeno, es esencial que la Luna se encuentre en una fase en la que la exposición al Sol sea parcial y no total.
Durante las fases de Luna creciente o menguante, solo una pequeña porción de la superficie lunar es bañada por los rayos del Sol, lo que facilita la visibilidad de la luz Cenicienta. En estos períodos, la Luna se presenta como una delgada línea o "corte" en el firmamento, mientras que el resto de su disco, en sombras, es sutilmente iluminado por el reflejo de la luz terrestre. Este es el momento ideal para capturar el fenómeno de la luz Cenicienta mediante la fotografía.
La luz Cenicienta es un fenómeno natural que permite ver la parte oscura de la Luna cuando está en fase creciente o menguante, gracias a la luz reflejada por la Tierra.
Es relevante señalar que la fase lunar sí afecta la visibilidad de la luz cenicienta, aunque no de manera instantánea. Durante la fase de Luna llena, cuando la luz reflejada es máxima, la luz cenicienta se vuelve invisible. De igual forma, cuando la Luna se encuentra en su fase nueva, entre la Tierra y el Sol, la luz cenicienta tampoco es perceptible, ya que la parte visible de la Luna está completamente oscura.
Por este motivo, las fases de Luna creciente y menguante son las más favorables para observar la luz cenicienta, ya que en esos momentos se acentúa la diferencia entre la luz solar directa y la luz reflejada desde la Tierra.
La importancia de la luz Cenicienta en la fotografía astronómica
Capturar la luz cenicienta de la luna no se limita a un acto visual, sino que también posee relevancia científica. Este fenómeno brinda a los astrónomos la oportunidad de investigar la forma en que la luz de la Tierra incide sobre la superficie lunar. Asimismo, fotografiar este fenómeno contribuye al entendimiento de la interacción entre la luna, la Tierra y el sol.
Los fotógrafos especializados en la luna han aprovechado la luz cenicienta para generar fotos sorprendentes que no solo retratan a la luna como un satélite, sino que la presentan como un cuerpo tridimensional, destacando los suaves contornos de su lado oculto.
Este evento es perfecto para ser fotografiado.
El fenómeno de la luz cenicienta lunar resulta cautivador, despertando tanto la fascinación como el interés en la fotografía. Aunque a menudo escapa a la percepción visual humana, la cámara tiene la capacidad de revelar los aspectos ocultos de la luna que normalmente quedarían sumidos en la penumbra.
Para quienes disfrutan de la astronomía y la fotografía, inmortalizar este fenómeno ofrece una ocasión excepcional para observar el satélite terrestre desde un ángulo inexplorado. Así que, cuando la luna se encuentre en fase creciente o menguante, no pierdas la oportunidad de tomar tu cámara y capturar esa sutil luz cenicienta que realza la majestuosidad del firmamento nocturno.
¿Cómo capturar la luz cenicienta en una foto?
Aunque el ojo humano no logra percibir la luz cenicienta, las cámaras fotográficas, sobre todo las que cuentan con ajustes manuales, pueden captarla sin dificultad. Para aquellos interesados en retratar este fenómeno, es esencial conocer ciertos detalles técnicos.
- Momento adecuado: Como se indicó previamente, el momento ideal para capturar la luz cenicienta es cuando la luna se encuentra en sus fases de crecimiento o decrecimiento. En esos períodos, la luna se muestra como una estrecha franja luminosa, mientras que el resto de su superficie queda a oscuras, iluminado por el reflejo de la luz terrestre.
- Ajustes de cámara: La luz cenicienta es extremadamente tenue, por lo que es necesario emplear una exposición prolongada. Esto permitirá que la cámara capture más luz de las zonas sombreadas de la luna. Se aconseja utilizar un tiempo de exposición extenso (al menos varios segundos) para capturar los detalles de la cara oculta de la luna.
La mejor manera de fotografiar este fenómeno es usar exposiciones largas, un trípode y lentes de teleobjetivo, en fases de luna creciente o menguante.
- Además, ajustar la configuración de sensibilidad ISO ayudará a minimizar el ruido digital en la imagen.
- Uso de un trípode: Dado que se requiere una exposición prolongada, es esencial mantener la cámara fija para evitar que la imagen salga borrosa. El uso de un trípode es crucial para asegurar que la foto sea clara y definida.
- Lentes adecuados: Para obtener una imagen detallada de la luna, es aconsejable usar lentes de largo alcance que posibiliten un acercamiento sin sacrificar la claridad de la foto. Este tipo de lentes resulta perfecto para inmortalizar la luna y otros astros, permitiendo registrar tanto la sección iluminada por el sol como la suave luz cenicienta.
- Evitar la contaminación lumínica: Durante la noche, la iluminación de las ciudades puede obstaculizar la observación de la luna. Por esta razón, es recomendable alejarse de los núcleos urbanos y dirigirse a sitios más oscuros, como zonas rurales o elevaciones, donde la luna se aprecie de forma nítida.
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