Buenos aires parisinos

El edificio centenario es un claro ejemplo de la influencia francesa en la arquitectura argentina, aunque cuenta también con una diversidad de estilos.  Junto con sus imponentes fachadas parisinas se contrastan las influencias inglesas y escandinavas, conforme a los gustos de la elite argentina cosmopolita de la época.  Por otro lado, entre los siete ambientes que lo constituyen, llaman especialmente la atención el comedor: con inspiración en el barroco inglés de los siglos XVII y XVIII (actualmente se utiliza para cenas y almuerzos oficiales de la Embajada y tiene capacidad para recibir a 24 comensales) y  el salón de música: epicentro del edificio y punto de vista privilegiado tanto hacia el exterior como hacia el interior.

Los fondos para emprender las reformas se obtuvieron con la venta de la residencia de Francia en Martínez, que se reemplazó por otra en el centro de la Ciudad de Buenos Aires.  “Es un inmenso placer. Por primera vez los habitantes de Buenos Aires y Argentina podrán admirar el Palacio Ortiz Basualdo, edificio emblemático de su ciudad”, afirmó el Embajador de Francia en Argentina, Jean-Michel Casa.  Además,  explicó que la apertura al público se realizó en el marco de las Jornadas Europeas del Patrimonio: un evento dedicado a mostrar los más bellos monumentos públicos y privados que tiene lugar, al mismo tiempo, en 50 países de Europa.

En consonancia, en los alrededores de la Embajada tuvo lugar la feria de productos franceses “Le Marché”: un paseo gastronómico con más de 20 expositores que mostró todas las facetas de la gastronomía francesa. El país de la Crème brûlée satisfizo los paladares más exigentes con sus especialidades, entre ellas la panadería y pastelería.