Shakira enfrenta una nueva disputa con Hacienda, una especie de equivalente a la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) en Argentina.
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Un tribunal en Esplugues de Llobregat (Barcelona) ha iniciado una segunda causa penal contra la cantante colombiana debido a una querella presentada por la Fiscalía, que la acusa de dos delitos fiscales en el ejercicio fiscal de 2018. El primero de ellos es por supuestamente defraudar a Hacienda en la declaración de la renta, mientras que el segundo se relaciona con un delito en el impuesto sobre el patrimonio.
De acuerdo con lo informado por el medio Voz Pópuli, el juzgado de instrucción número dos de Esplugues está a cargo de la investigación. Esta es la segunda demanda presentada contra la artista colombiana, luego de que Hacienda la señalara ante la Fiscalía por presuntamente evadir 14,5 millones de euros en los años fiscales 2012, 2013 y 2014. Por esta primera causa, Shakira enfrentará juicio a partir del próximo 20 de noviembre.
En el mencionado caso anterior, la Fiscalía solicita una pena de ocho años y dos meses de cárcel, así como una sanción económica de 23,7 millones de euros para Shakira. La Fiscalía le imputa seis delitos relacionados con la evasión de impuestos, que habrían generado un fraude total de 14,5 millones de euros durante los años fiscales 2012, 2013 y 2014. Se sostiene que la cantante habría fingido no residir en España con el fin de eludir el pago de impuestos en el país, evadiendo así el IRPF y el impuesto sobre el patrimonio.
Shakira canceló los 14,5 millones de euros exigidos por la Agencia Tributaria, además de otros tres millones en concepto de intereses, con la intención de dar por finalizado el procedimiento judicial. Sin embargo, este gesto no resultó suficiente.
La Fiscalía sostiene que la cantante ha pasado más de 183 días al año en España durante cada período mencionado, superando el límite establecido por la ley para ser considerada residente fiscal en el país y, por ende, estar sujeta al pago de impuestos en España. A partir de 2015, Shakira cambió su residencia fiscal de Bahamas a España y, desde entonces, tributa en este país.
Efectivamente, desde que se separó del exfutbolista y actual empresario Gerard Piqué, la situación de Shakira en España ha sido complicada.
Además de las disputas sobre la custodia de los hijos en común (actualmente residen con ella en Miami) y la gran exposición mediática de su divorcio, que incluso se refleja en sus canciones con menciones a Piqué y su pareja actual (Clara Chía, quien aparece en la #Session 53 que compartió con el argentino Bizarrap), se suma el enfrentamiento legal con Hacienda. En una de sus recientes comparecencias ante el tribunal, la artista rechazó las acusaciones de evasión fiscal e incluso afirmó que presentará a 200 testigos en su defensa.
En el caso anterior, la Fiscalía solicita una pena de ocho años de prisión para Shakira, además de una multa de casi 24 millones de euros, por supuestamente defraudar 14,5 millones de euros a Hacienda durante los años 2012 y 2014. En su declaración, Shakira afirmó ser objeto de una estrategia mediática impulsada por un interés recaudatorio de la Agencia Tributaria, la cual buscaría utilizar su nombre como ejemplo para el resto de los contribuyentes españoles.
Por su parte, la Fiscalía asegura que la cantante ya residía de forma regular en España entre los años 2011 y 2014, sin cumplir con sus responsabilidades fiscales. Shakira busca demostrar que esto no es cierto, con la intención de evitar cualquier tipo de complicación.
“Era una nómada, una persona sin raíces ni estabilidad. Es uno de los precios más altos que he tenido que pagar por mi carrera”, aseguró en su declaración, según publica el citado medio. Con el propósito de respaldar su declaración, la artista colombiana detalló todos los países con los que tuvo vínculos. Entre ellos, destaca Bahamas, donde adquirió una casa en compañía de su entonces pareja, Antonio de la Rúa.
Al comienzo de su relación con Piqué, la cantante se vio obligada a dejar de visitar el archipiélago de Bahamas para evitar conflictos con el futbolista. “Era una situación que no le hacía nada de gracia a Gerard", aseguró ante a la jueza, añadiendo que lo hizo para "apaciguar un poco los celos de Gerard".
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