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SUSCRIBITEEl litigio fue impulsado por quienes no recibieron el pago de los bonos. No es el primer revés que enfrenta el país ante la Corte Suprema en solo tres meses.
Este lunes, la Corte Suprema de Estados Unidos desestimó la apelación presentada por Argentina en el litigio relacionado con la deuda soberana, la cual entró en default tras la crisis de 2001. Como resultado, ahora se autorizaron embargos por 310 millones de dólares.
Los representantes legales del gobierno argentino intentaron que la Corte estadounidense impidiera que los beneficiarios de la sentencia accedieran a los activos del país. El caso fue iniciado por los holdouts, quienes no recibieron los pagos de los títulos argentinos en el momento de la crisis.
En breve, los acreedores tendrán la posibilidad de apoderarse de 310 millones de dólares almacenados en cuentas de la Reserva Federal de Nueva York, así como en instituciones de Alemania y Suiza. Este revés representa el segundo revés judicial para Argentina frente a un tribunal de máxima instancia en menos de tres meses, ya que la Corte Suprema del Reino Unido también falló en su contra en el caso del Cupón PBI.
Los fondos buitres iniciaron una demanda y consiguieron un fallo favorable en la primera instancia, en la que la jueza Loretta Preska, quien estuvo a cargo de varios casos contra Argentina, ordenó al país abonar un total de 477 millones de dólares.
La sentencia fue confirmada en agosto por la Corte de Apelaciones de Nueva York. Ambas instancias permitieron a los holdouts continuar con los embargos. Aunque en un inicio se mantenía en secreto qué bienes serían confiscados, finalmente se reveló que se trataba de los bonos Brady.
El conflicto se originó debido a que los bonos Brady llegaron a su fecha de vencimiento el 31 de marzo de 2023. Hasta ese momento, estaban guardados en la oficina de la Reserva Federal en Nueva York. Tras el vencimiento, se esperaba que Argentina los trasladara al Banco Central (BCRA).
La defensa de Argentina, por su parte, se centró durante todo ese período en lograr que el tribunal rechazara la demanda. Tanto el Estado como los beneficiarios de los fallos debían presentar sus argumentos en la audiencia de este lunes. Sin embargo, el fallo fue en favor de los fondos buitre, autorizando embargos por más de 300 millones de dólares.
A finales de los años 80, las naciones latinoamericanas atravesaron una grave crisis de deuda debido a los créditos adquiridos con bancos privados de Estados Unidos. En ese período, los gobiernos recurrían a esta opción como su principal fuente de financiamiento, en lugar de utilizar el mercado de deuda soberana.
Nicholas Brady, secretario del Tesoro de Estados Unidos, ideó una estrategia para que las naciones latinoamericanas intercambiaran sus deudas con los bancos por bonos garantizados por el gobierno estadounidense. “En lo que entonces supuso una estrategia novedosa, los bancos acordaron un muy necesitado alivio de la deuda —la reducción promedio fue del 35%— a cambio de instrumentos negociables sin riesgo”, explica el blog del FMI.
En 1993, Argentina participó del “Plan Brady” y reconfiguró su deuda a través de la emisión de bonos respaldados por los títulos del Tesoro, los cuales ahora están siendo embargados. Para formar parte del plan, los países también tuvieron que realizar una serie de compromisos y adoptar políticas de ajuste fiscal con la finalidad de generar confianza entre los inversionistas.
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