Les pasa de escuchar a muchas personas enojarse y reaccionar por lo que sucede en las redes sociales con los comentarios que algunos vierten al ver una foto, video o noticia… la famosa "Libertad de expresión". Pero no es mi idea reflexionar sobre algo tan complejo. Apunto a que todos sepamos que, comentar, dar una opinión o plasmar tus pensamientos es parte de este mundo en el que hoy estamos inmersos 24/7. Pero sí merece una reflexión y darnos cuenta del impacto que esto provoca en la salud emocional de algunas personas.
Muchos comienzan su jornada leyendo noticias, viendo los posteos en las redes sociales, y ¿por qué no dejando sus opiniones? Es parte de su cotidianidad, el consumo de lo que estos medios proveen y lógicamente provoca este accionar. Pero vuelvo a decir que la intención no es juzgar, sino llevarlos a pensar que hay muchas personas que suben algo, no necesariamente preparadas para lo que todos puedan comentar u opinar, y lamentablemente eso trae consecuencias negativas a su bienestar emocional.
Estas consecuencias impactan directamente en la construcción social del ser humano porque el objetivo de exponer una imagen o exponer contenido propio es buscar aprobación, reconocimiento, no se espera que la respuesta denote un análisis negativo o una crítica que termine tirando abajo la autoestima de esa persona, pero la mayoría de las veces esto suele suceder.
Lo importante es poder Empatizar con la situación, como dice el famoso mandamiento "No hagas al otro lo que no te gustaría que te hagan a ti". Y sobre todo en Redes Sociales por un simple comentario, por decir lo que pienso o siento, puedo provocar bastante malestar, y los principales afectados son personas vulnerables, que sienten inseguridad y están buscando la aprobación externa, sin contar con recursos que les permitan ver que no a todo el mundo puede gustarle lo que expones.
Pero como las monedas, veamos la otra cara de esta situación, cuando la exposición sucede sin intencionalidad, cuando alguien sube algún contenido, pero indirectamente el afectado no es el protagonista, sino un tercero, un participante no activo que recibe comentarios negativos sin siquiera buscarlos.
En fin, subas o no siempre podrás verte afectado, y eso dependerá de la construcción de una autoestima segura, y de reconocer que no podremos ser aceptados por todos por igual. En el mundo habrá personas que disfrutan de lo que ven, mientras otras no lo toleran. Y ahí el quid de la cuestión, estar preparados para recibir comentarios de todo tipo, saber cómo actuar con los negativos, con las críticas y las provocaciones, aprovechando de nutrir tu fortaleza interna con todo lo positivo y hasta lo neutral.
Y para todos aquellos que están enojados por las personas que exponen abiertamente todo lo que piensan, acercar esta reflexión es la idea para revertir algunas posiciones. Están los que sufren por lo que reciben y los que no se han puesto a pensar que su conducta afecta en grande. La Empatía sería la mejor herramienta para un cambio. Pero sepamos que muchas de estas situaciones van a seguir sucediendo, así que la propuesta sería aprender a manejarnos con lo inesperado, lo negativo, después de todo eso también nos hace fuertes. O sino simplemente; “Mide la fuerza de tus palabras y el impacto de las mismas”.
Berenice Ruesjas
Lic. en Psicología MP 330
Instagram: @licbereruesjas
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