Las personas que ingirieron cantidades reducidas de azúcar en sus primeros años de vida presentaron menor riesgo de padecer diabetes y hipertensión en décadas posteriores, de acuerdo con una reciente investigación. El estudio, que se dio a conocer el jueves en la revista Science, se basó en una circunstancia singular en el Reino Unido.
Durante la Segunda Guerra Mundial y los años siguientes, el país enfrentó un estricto sistema de racionamiento. Una vez que este sistema finalizó en septiembre de 1953, el consumo promedio de azúcar entre los británicos se duplicó.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Reino Unido tuvo un estricto racionamiento de azúcar.
Así fue el estudio
Esto brindó un experimento natural y permitió a los investigadores formular la pregunta: ¿Cómo afectó la salud de las personas que fueron concebidas y nacieron durante el racionamiento de azúcar en comparación con aquellas concebidas y nacidas inmediatamente después de que se levantó dicho racionamiento?
Para responder a esta pregunta, el equipo de investigadores, liderado por Tadeja Gracner, economista de la Universidad del Sur de California, junto a Claire Boone de la Universidad McGill y Paul J. Gertler de la Universidad de California en Berkeley, utilizó el Biobanco del Reino Unido. Este recurso alberga datos genéticos y médicos de aproximadamente medio millón de individuos, garantizando la privacidad de los participantes. A partir de esta información, los investigadores examinaron la salud de 60,183 personas nacidas entre octubre de 1951 y marzo de 1956, quienes tenían entre 51 y 60 años al momento de la encuesta.
Los investigadores señalaron que las personas que estuvieron expuestas al racionamiento de azúcar en sus primeras etapas de vida presentaron un 35 % menos de probabilidad de desarrollar diabetes y un 20 % menos de riesgo de sufrir hipertensión arterial en la mediana edad. Además, la aparición de estas enfermedades crónicas se pospuso cuatro años en el caso de la diabetes y dos años para la hipertensión.
El Biobanco del Reino Unido contiene información genética y médica de medio millón de personas.
Asimismo, hallaron que la protección contra estas enfermedades era más significativa para aquellos concebidos durante el racionamiento de azúcar y que fueron bebés mientras este aún estaba en vigor. En contraste, aquellos que solo estuvieron expuestos al racionamiento de azúcar antes de nacer y luego crecieron con un consumo elevado de azúcar mostraron tasas de enfermedad más altas.
Las ventajas de reducir el azúcar los primeros mil días de vida
Los hallazgos se suman a un conjunto de evidencias que indican que la alimentación en las primeras etapas de la vida puede influir en la salud a largo plazo. Sin embargo, debido a las circunstancias excepcionales del racionamiento de azúcar en el Reino Unido, la nueva investigación proporciona un nivel de rigor adicional, afirmaron los especialistas.
Por ejemplo, un análisis de los registros militares de hombres cuyas madres se encontraban en la primera mitad de su embarazo durante la hambruna holandesa, conocida como el invierno del hambre, durante la Segunda Guerra Mundial, reveló que estos hombres tenían una mayor probabilidad de ser obesos a los 19 años en comparación con aquellos que nacieron después de dicho evento. Asimismo, otra investigación descubrió que las mujeres cuyas madres estaban gestando durante la hambruna pesaban más a los 50 años que las que nacieron tras ese periodo.
Los cambios químicos en el ADN fueron planteados como posible explicación.
Los cambios bioquímicos en el ADN podrían ofrecer una explicación para las distintas consecuencias en la salud, indicó Aryeh Stein, profesor de salud global en la Universidad Emory, quien ha investigado la hambruna holandesa. No obstante, las investigaciones sobre esta hambruna no han logrado identificar un nutriente específico que pudiera haber provocado este efecto.
El nuevo estudio sí logró esta identificación, enfocándose en el azúcar. Sus hallazgos son sorprendentes, comentó el Dr. Stein. A pesar de que el consumo total de azúcar en la población se duplicó, pasando de 41 a 80 gramos diarios, esto solo representa 155 calorías más. Sin embargo, destacó que la metodología empleada por los investigadores es sólida y los resultados parecen “realmente interesantes”.
El Dr. Gracner mencionó que, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, el Reino Unido también implementó racionamiento en otros productos alimenticios, además del azúcar. Cuando se limitó la mantequilla, las personas optaron por utilizar margarina como alternativa. Asimismo, se impusieron restricciones a los cereales, aunque la cantidad consumida por la población no experimentó cambios significativos al finalizar el racionamiento. El azúcar fue la única excepción, ya que su consumo se duplicó al concluir el racionamiento.
Los datos fueron utilizados para analizar el historial de salud de personas nacidas entre 1951 y 1956.
“Había una enorme demanda de azúcar”, afirmó el Dr. Gracner. El inicio de los años 50, en términos generales, no fue un periodo caracterizado por la hambruna o la falta de alimentos, lo que redujo la probabilidad de que los impactos en la salud fueran consecuencia de una insuficiencia calórica general en los primeros años de vida.
Los investigadores que no formaron parte de la investigación consideraron que los hallazgos eran completamente plausibles. “Creo que sí”, sostuvo el Dr. Anupam Jena, economista en el ámbito de la salud y médico en la Facultad de Medicina de Harvard. “El diseño del estudio es realmente muy bueno”.
Además, subrayó que esta investigación representa una significativa aportación al ámbito de la epidemiología nutricional, el cual, como mencionó, ha estado repleto de estudios que derivan conclusiones principalmente de correlaciones. Existen quienes sostienen que un alto consumo de azúcar está relacionado con problemas de salud, basándose, por ejemplo, en investigaciones observacionales de individuos que ingieren más o menos azúcar. Sin embargo, en términos generales, hay numerosas diferencias entre los grupos analizados, lo que sugiere que podrían existir otros factores que influyan en la salud.
Limitar el azúcar en los primeros mil días de vida baja el riesgo de diabetes en la edad adulta.
El nuevo estudio es diferente, afirmó. Con el abrupto recorte del racionamiento de azúcar y con los datos del Biobanco, “este estudio introduce un tipo de pensamiento diferente”, afirmó el Dr. Jena. Por supuesto, el Dr. Jeffrey Flier, investigador de obesidad y diabetes en la Facultad de Medicina de Harvard, señaló que aún es posible que otros factores además del consumo de azúcar hayan afectado a las personas del Biobanco. Pero, dijo, “los autores han realizado muchos análisis para respaldar la conclusión”.
No obstante, un aspecto que la nueva investigación no puede aclarar es la razón por la cual el racionamiento de azúcar durante los primeros años de vida tuvo consecuencias tan significativas en etapas posteriores.
“Es muy extraño”, dijo Kriti Jain, funcionaria del programa del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, que financió el estudio. Pero, agregó, “este tipo de estudio no está diseñado para decirnos por qué, sino para decirnos qué”.
Evitar el azúcar en los primeros mil días de vida protege de la diabetes y la hipertensión.
De acuerdo con Gracner, una de las hipótesis sugiere que la exposición temprana al azúcar genera un anhelo por su consumo a lo largo de la vida. Según la Encuesta Nacional de Dieta y Nutrición del gobierno británico, aquellos que fueron concebidos y nacieron durante el racionamiento de azúcar tendieron a consumir menos azúcar en etapas posteriores de su vida.
Ella ve el riesgo de enfermedad como “una respuesta acumulativa” a toda una vida de consumo de azúcar. “Las enfermedades crónicas tardan tiempo en desarrollarse”, afirmó.
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