La cena de Año Nuevo es una de las más abundantes del año y es común que la gente sufra atracones. Te contamos qué significa y cómo recuperarse.
Cena de Año Nuevo.
Las festividades de fin de año, marcadas por su esplendor culinario, suelen llevar a muchos a disfrutar de exquisitos platillos en Año Nuevo. Sin embargo, el placer culinario puede convertirse en un atracón, dejando a las personas con malestares estomacales y una sensación de exceso difícil de ignorar.
Un atracón es la ingesta excesiva de comida, un trastorno alimentario que se manifiesta con la repetida consumición de cantidades inusuales de alimentos, acompañada de una sensación de pérdida de control durante y después del atracón. Este comportamiento no va seguido de intentos de compensar el exceso de comida ingerida, como la purga.
Mantenerse hidratado: La hidratación es clave. Beber agua durante el día previo y posterior al atracón ayuda a que los órganos funcionen correctamente, favorece la desintoxicación, y facilita la digestión, reduciendo la hinchazón.
Actividad física moderada: Realizar alguna actividad física moderada unas horas después del atracón ayuda a bajar los alimentos y mejora la digestión. Caminar o bailar son opciones viables. La actividad física temprana evita que toda la sangre se dirija a las piernas, lo que podría frenar la digestión.
Es importante destacar que, aunque estos remedios caseros pueden proporcionar alivio temporal, los atracones son síntomas de un trastorno alimentario que requiere atención profesional. La búsqueda de ayuda especializada es crucial para abordar las causas subyacentes y establecer hábitos alimenticios saludables. Disfrutar de las festividades no debe comprometer la salud, y buscar apoyo es el primer paso hacia una recuperación equilibrada.
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