Las plantas y el calor: ¿Qué flores resisten más las altas temperaturas?

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A pesar de que las flores conservan su presencia a lo largo del tiempo, el arbusto perdurará durante todo el año, incluso en las estaciones más calurosas, destacándose especialmente en los periodos de calor o cuando la intensidad del sol sea más prominente.

Gazania

La gazania, nativa de Sudáfrica, destaca por su notable resistencia a la sequedad y su habilidad para florecer incluso en condiciones de calor extremo.

Sus flores, que adoptan la forma de margaritas, despliegan tonalidades vibrantes, como el naranja, amarillo, rojo y blanco. Además, sus hojas suelen presentar un matiz plateado que añade un toque distintivo al jardín.

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Portulaca

La portulaca, apodada la "rosa de sol" o "verdolaga", representa otra opción perfecta para entornos de clima cálido. Sus flores acostumbran cerrarse durante la noche o en días nublados, pero despliegan su plenitud bajo la luminosidad solar. Esta suculenta demuestra resistencia al calor y prospera eficazmente en suelos secos.

Una vez que se arraiga en el terreno, resulta sumamente sencillo propagarla para extender la presencia de estas flores por todo el jardín.

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Vinca

La vinca, también conocida como pervinca, es una planta de ciclo perenne que florece incluso en condiciones de elevadas temperaturas. Se presenta en una variada gama cromática que abarca desde el blanco hasta el morado.

Destaca por su capacidad de resistir las altas temperaturas y por su habilidad para prosperar en diversos tipos de suelos, incluidos aquellos que carecen de humedad. La Vinca pertenece a un conjunto de cinco especies dentro de la familia conocida como Apocynaceae, según su denominación científica. Su origen se encuentra en Europa, el noroeste de África y el sudoeste de Asia.

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Verbena

La verbena, una planta perenne, demuestra una notable fortaleza frente a las elevadas temperaturas. Posee una fragancia distintiva que la ha convertido en un componente fundamental para la creación de perfumes, cremas y esencias. Sus flores se disponen en racimos y se presentan en una amplia paleta de colores, desde un suave rosa hasta un intenso púrpura.

Además, atrae la atención de mariposas y colibríes, manteniendo su esplendor incluso durante las altas temperaturas del verano.

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¿Cómo lograr un cultivo exitoso?

Es crucial asegurar una óptima evacuación del agua en el suelo, por lo que se debe velar por un eficiente drenaje y prevenir el estancamiento.

A pesar de la resistencia al calor de estas flores, es esencial proporcionarles riego para evitar su deshidratación. La irrigación debe ser profunda, emulando una lluvia estival, pero con menor frecuencia que en otras variedades de plantas, con el fin de evitar un exceso de agua y fomentar el desarrollo de raíces fuertes y profundas.

Aunque estas especies vegetales son capaces de soportar la intensidad solar y las altas temperaturas, es fundamental que se beneficien adecuadamente de la exposición al sol, pero también dispongan de periodos de sombra parcial durante las horas más calurosas para prevenir posibles quemaduras.

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Una estrategia para conservar la humedad en el entorno y mantener frescas las raíces es aplicar mulching. Esto implica colocar una capa de material vegetal triturado de forma suelta sobre el suelo, proporcionando protección a la planta y devolviendo nutrientes a medida que se descompone.

Puede adquirirse en centros de jardinería o crearse a partir de residuos generados en el propio jardín, tales como hojas, tierra, pasto y ramitas. Conseguir un jardín vibrante durante las estaciones cálidas no representa una tarea inalcanzable.

Es fundamental optar por plantas autóctonas, capaces de resistir las variaciones estacionales, para lograr una secuencia que conserve el jardín en un estado perenne y acogedor.